FOTO: Germán Canseco |
Pejecristianismo y Constitución Moral
Caleb, Hebrón, PES
No te preocupes, Rosario (II)
Ricardo Anaya, ¿lavado de dinero?
POR: Julio Hernández López
Que la confirmación de la creciente explicitud del candidato del principal agrupamiento de lo que podría ser llamado izquierda electoral (Morena, ya no el Partido de la Revolución Democrática) con el ultraconservador Partido Encuentro Social (PES): Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su faz más abiertamente religiosa y cristiana, predicador de la Biblia, evocador de Jesucristo y promotor de una nueva forma de aspirar al reino del amor, la felicidad y el bien común: una Constitución Moral a partir de una especie de concilio ecuménico, terrenalmente llamado Asamblea Constituyente, que establecería nuevas reglas de comportamiento personal (obviamente, sin sanción alguna por su incumplimiento, pues no sería una Constitución con sentido jurídico imperativo) para tratar de salir del infierno actual.
Difícilmente se podría alegar que fue una alocución sin intenciones específicas: López Obrador preparó una suerte de homilía para ser presentada en un escenario y un contexto sabidamente polémico, la sesión formal del partido de bases evangélicas, el citado PES, para formalizar su candidatura presidencial. Ahí, AMLO citó que desde el Antiguo Testamento hasta nuestros días, la justicia y la fraternidad han tenido un lugar preponderante en el ejercicio de la ética social y agregó que “en el Nuevo Testamento ‘se señala que Jesús manifestó con sus palabras y sus obras su preferencia por los pobres y los niños. Y para muchos, Cristo es amor’” (nota de Alma E. Muñoz, publicada en el portal de La Jornada, https://goo.gl/SDR2gF).
Por su parte, el presidente del PES, Éric Flores, le dedicó el pasaje bíblico de Caleb, el hombre de más de 80 años de edad que había sido, junto con Josué, uno de los dos únicos espías de las 12 tribus de Israel que, luego de una exploración de las condiciones de la tierra prometida, ocupada por gigantes, mostró plena fe en que se podría recuperar dicho territorio.
Más de 40 años después, ya anciano, Caleb vio el reparto de las tierras conquistadas y recordó el pasaje en que Moisés le habría dicho: La tierra que toquen tus pies será herencia tuya y de tus descendientes para siempre, porque fuiste fiel al Señor mi Dios. Caleb, pudiendo optar por una porción sin conflictos, rica y placentera, pidió el monte Hebrón, aún guarecido y fortificado por los gigantes. Organizó a su gente, peleó y, a pesar de todas las adversidades, ganó. La dedicatoria a AMLO del pasaje mencionado (para nosotros, usted es Caleb, en vías de escalar el monte Hebrón. Vamos por la tierra que Dios nos prometió, Caleb) fue acompañada de una canción cristiana, con fotografías de la trayectoria política del tabasqueño.
En esas circunstancias fue anunciada la posibilidad de instaurar una Constitución Moral en México. De ganar la Presidencia de la República, López Obrador convocaría a un diálogo interreligioso en el que participarían creyentes y no creyentes, para establecer una Carta Magna en términos de moralidad, buscando que los mexicanos se comprometieran a cumplir con esos postulados. Es necesario, dijo, auspiciar una nueva corriente de pensamiento que promueva un paradigma moral de amor a la familia, al prójimo, la naturaleza y la patria.
La propuesta de la Constitución Moral generó inmediata polémica, en particular porque se suma a otras expresiones de López Obrador que le muestran más proclive a ciertas posiciones de grupos de derecha, como el PES, que a ciertas banderas de lucha de la izquierda en general. Aun cuando el propio candidato presidencial recordó que se debe dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, la pretensión de establecer lineamientos morales desde plataformas del poder público, si él llega a Palacio Nacional, aparece como un retroceso respecto a la laicidad nacional y como una peligrosa concesión a la corriente de católicos y evangélicos o cristianos que busca borrar fronteras entre política y religión, e influenciar, desde la doctrina religiosa, el actuar de los depositarios de los poderes públicos.
Otro candidato, el panista Ricardo Anaya, era acusado ante la Procuraduría General de la República de haber cometido actos ilegales, conocidos como lavado de dinero. El abogado Adrián Xamán McGregor explicó en conferencia de prensa que dos empresarios queretanos habían participado en un proceso de simulación relacionada con una nave industrial. Más de 54 millones de pesos habrían sido la ganancia, asignada a una firma en la que, según se dice, participan Anaya Cortés y algunos de sus familiares. En esa historia, el dinero habría sido dispersado en cuentas en paraísos fiscales y triangulaciones en diversos países.
El acusado, Anaya Cortés, rechazó los señalamientos y afirmó que son un refrito de lo publicado y aclarado a cabalidad hace más de cinco meses. Dijo que esa operación relacionada con una nave industrial fue oportunamente consignada en sus testimonios patrimoniales. Insistió en que este tipo de maniobras constituyen actos de guerra sucia en su contra, procedentes del aparato priísta que ve al candidato José Antonio Meade en ruinas.
Rosario Robles Berlanga, por su parte, fue acusada de que a su paso por las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) se produjeron desvíos por más de mil 311 millones de pesos. Según la nota periodística del caso, dichas irregularidades fueron consignadas en un informe de la Auditoría Superior de la Federación. Como se ha denunciado en expedientes similares, se habrían utilizado mecanismos de simulación para asignar contratos a ciertas firmas manipulables (algunas, absolutamente fantasmales) y, luego, el dinero así obtenido habría de ser distribuido en cuentas en el extranjero, utilizando en algunos casos las vías de Monex y de CI Banco.
La funcionaria en cuestión negó tales acusaciones, retó al diario Reforma a probar ante la PGR hoy, a las 12 horas, lo publicado, y puso a disposición de los investigadores sus cuentas personales, renunciando por adelantado al secreto bancario. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Difícilmente se podría alegar que fue una alocución sin intenciones específicas: López Obrador preparó una suerte de homilía para ser presentada en un escenario y un contexto sabidamente polémico, la sesión formal del partido de bases evangélicas, el citado PES, para formalizar su candidatura presidencial. Ahí, AMLO citó que desde el Antiguo Testamento hasta nuestros días, la justicia y la fraternidad han tenido un lugar preponderante en el ejercicio de la ética social y agregó que “en el Nuevo Testamento ‘se señala que Jesús manifestó con sus palabras y sus obras su preferencia por los pobres y los niños. Y para muchos, Cristo es amor’” (nota de Alma E. Muñoz, publicada en el portal de La Jornada, https://goo.gl/SDR2gF).
Por su parte, el presidente del PES, Éric Flores, le dedicó el pasaje bíblico de Caleb, el hombre de más de 80 años de edad que había sido, junto con Josué, uno de los dos únicos espías de las 12 tribus de Israel que, luego de una exploración de las condiciones de la tierra prometida, ocupada por gigantes, mostró plena fe en que se podría recuperar dicho territorio.
Más de 40 años después, ya anciano, Caleb vio el reparto de las tierras conquistadas y recordó el pasaje en que Moisés le habría dicho: La tierra que toquen tus pies será herencia tuya y de tus descendientes para siempre, porque fuiste fiel al Señor mi Dios. Caleb, pudiendo optar por una porción sin conflictos, rica y placentera, pidió el monte Hebrón, aún guarecido y fortificado por los gigantes. Organizó a su gente, peleó y, a pesar de todas las adversidades, ganó. La dedicatoria a AMLO del pasaje mencionado (para nosotros, usted es Caleb, en vías de escalar el monte Hebrón. Vamos por la tierra que Dios nos prometió, Caleb) fue acompañada de una canción cristiana, con fotografías de la trayectoria política del tabasqueño.
En esas circunstancias fue anunciada la posibilidad de instaurar una Constitución Moral en México. De ganar la Presidencia de la República, López Obrador convocaría a un diálogo interreligioso en el que participarían creyentes y no creyentes, para establecer una Carta Magna en términos de moralidad, buscando que los mexicanos se comprometieran a cumplir con esos postulados. Es necesario, dijo, auspiciar una nueva corriente de pensamiento que promueva un paradigma moral de amor a la familia, al prójimo, la naturaleza y la patria.
La propuesta de la Constitución Moral generó inmediata polémica, en particular porque se suma a otras expresiones de López Obrador que le muestran más proclive a ciertas posiciones de grupos de derecha, como el PES, que a ciertas banderas de lucha de la izquierda en general. Aun cuando el propio candidato presidencial recordó que se debe dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, la pretensión de establecer lineamientos morales desde plataformas del poder público, si él llega a Palacio Nacional, aparece como un retroceso respecto a la laicidad nacional y como una peligrosa concesión a la corriente de católicos y evangélicos o cristianos que busca borrar fronteras entre política y religión, e influenciar, desde la doctrina religiosa, el actuar de los depositarios de los poderes públicos.
Otro candidato, el panista Ricardo Anaya, era acusado ante la Procuraduría General de la República de haber cometido actos ilegales, conocidos como lavado de dinero. El abogado Adrián Xamán McGregor explicó en conferencia de prensa que dos empresarios queretanos habían participado en un proceso de simulación relacionada con una nave industrial. Más de 54 millones de pesos habrían sido la ganancia, asignada a una firma en la que, según se dice, participan Anaya Cortés y algunos de sus familiares. En esa historia, el dinero habría sido dispersado en cuentas en paraísos fiscales y triangulaciones en diversos países.
El acusado, Anaya Cortés, rechazó los señalamientos y afirmó que son un refrito de lo publicado y aclarado a cabalidad hace más de cinco meses. Dijo que esa operación relacionada con una nave industrial fue oportunamente consignada en sus testimonios patrimoniales. Insistió en que este tipo de maniobras constituyen actos de guerra sucia en su contra, procedentes del aparato priísta que ve al candidato José Antonio Meade en ruinas.
Rosario Robles Berlanga, por su parte, fue acusada de que a su paso por las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) se produjeron desvíos por más de mil 311 millones de pesos. Según la nota periodística del caso, dichas irregularidades fueron consignadas en un informe de la Auditoría Superior de la Federación. Como se ha denunciado en expedientes similares, se habrían utilizado mecanismos de simulación para asignar contratos a ciertas firmas manipulables (algunas, absolutamente fantasmales) y, luego, el dinero así obtenido habría de ser distribuido en cuentas en el extranjero, utilizando en algunos casos las vías de Monex y de CI Banco.
La funcionaria en cuestión negó tales acusaciones, retó al diario Reforma a probar ante la PGR hoy, a las 12 horas, lo publicado, y puso a disposición de los investigadores sus cuentas personales, renunciando por adelantado al secreto bancario. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
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