Poco más de una década ha transcurrido desde que el cine cambió de paradigma en su tránsito hacia los formatos digitales. En consecuencia, y en aras de preservar la memoria del celuloide como principal soporte de realización, el Festival de Cannes incorporó hace 12 años el componente Cannes Classics, cuya esencia se traduce en rescatar la impronta de películas fundamentales de la historia del cine mundial, presentarlas en versiones restauradas, y fomentar su reestreno en salas, VOD o en DVD o Blu-ray.
Para la 71ª edición del máximo festín cinematográfico fueron considerados, entre otros títulos, uno de los emblemas del neorrealismo italiano: Ladrón de bicicletasde Vittorio de Sica (1949), Vértigo de Alfred Hichcock (1958), La hora de los hornos de Fernando Solanas (1968), y Café Bagdad de Percy Adlon (1987).
A la lista de filmes restaurados se sumó el clásico mexicano Enamorada de Emilio El Indio Fernández (1946), llevada a Cannes por The Film Foundation World Cinema Project de Steven Spielberg y Martin Scorsese en una versión restaurada por el UCLA Film & Television Archive, en colaboración con Fundación Televisa y la Filmoteca de la UNAM, presentada por el director de Taxi Driver.
El ingenio del Emilio El Indio Fernández había conquistado ya la Costa Azul en 1946 con la Palma de Oro ex-aequo por el largometraje María Candelaria (1943), suceso de amplia trascendencia para el cine mexicano al ser uno de los primeros momentos en que quedó expuesta a la mirada del público internacional el nacionalismo fílmico configurado en la visión de Fernández, en complicidad con su cinefotógrafo de cabecera, Gabriel Figueroa.
Los avatares de El Indio, descritos por Carlos Monsivais -según el crítico Emilio García Riera- descubrieron “la estética mexicana, la naturaleza conquistada por la fotografía, la doma del ser humano por la tragedia”. Sin embargo, la leyenda y para muchos arquetipo del hombre mexicano depositada en la figura de Emilio Fernández, así como la lógica de sus películas caducaron en pocos años. No obstante para la gran mayoría, El Indio ocupa un lugar significativo en el imaginario fílmico y en los despuntes de la industria cinematográfica.
A razón del ejercicio planteado por el Festival de Cannes a través de Cannes Classics, por la preservación de la memoria fílmica y la apuesta en nuevos formatos de explotación de obra, la plataforma de cine del mundo FilminLatino presenta en su catálogo tres de las obras más importantes de Emilio El Indio Fernández.
En primer lugar, Una cita de amor(1958) —protagonizada por los espléndidos Silvia Pinal, Carlos López Moctezuma y Jaime Fernández— cuenta la historia de Soledad, quien está profundamente enamorada de Román, el propietario de un pequeño rancho cercano a Bellavista, la hacienda de su padre. Sin embargo, las familias de ambos mantienen gran rivalidad, por lo que su relación es clandestina hasta que ella se entera que desean casarla con Ernesto, un hombre adinerado de la región. Entre los elementos más importantes del filme está la laboriosidad de todos los encuadres concebidos por un geómetra que no se entrega al mero ejercicio de contar historias para todos. Es el trabajo de Gabriel Figueroa, donde muestra su característico sello de paisajes campestres, cielos aborregados, imponentes tomas de detalle a los rostros del cine mexicano. Una cita de amor mantiene tres ejes narrativos: un melodrama, un contraste de clases y la mezcla de ambas en su construcción formal.
En La Choca (1973), cinta del periodo tardío del director, acudimos a la historia de un contrabandista que vive alejado de la civilización en la selva con su mujer, La Choca, su hijo y su cuñada Flor. Martín abandona a su familia dejándola a la suerte de varios hombres que acusándole de traición desatan una cacería contra su descendencia.
Filnalmente, El impostor (1956), basada en El gesticulador, la obra maestra de Rodolfo Usigli, retrata a un hombre que toma la personalidad de un excombatiente ficticio de la revolución mexicana. Es la historia de un profesor universitario despedido por reprochar a la nueva rectoría, quien vuelve a su pueblo natal donde empiezan campañas con un solo partido (el de siempre). Él tiene muchos problemas financieros, el campo y el arado no le favorecen. Para su mala fortuna, es confundido por su abuelo, héroe de la revolución desaparecido y polémico; al guardar tremendo parecido con su antecesor y compartir el nombre, obtiene su candidatura y la simpatía del pueblo.
Las películas de Emilio El Indio Fernández, y otros títulos de Aldred Hitchcock y Vittorio de Sica pueden ser vistos de manera online en FilminLatino.