El Líder Supremo iraní, Ali Jamenei, ha aprovechado su primer discurso tras la retirada de EEUU del acuerdo nuclear, y la reimposición de sanciones, para respaldar al Presidente Rohani y adjudicarse la razón. "Muchas figuras importantes dentro del país nos habían estado preguntando por qué insistíamos en plantar cara [a Occidente]. Que Dios los perdone".
Jamenei, quien tiene la última palabra en todas las cuestiones de Estado, pero que se atribuye un rol de arbitraje entre instituciones, ha hablado ante un grupo de seguidores en la Universidad Farhangiyan de Teherán. Sus primeros dardos han ido directamente contra el presidente de EEUU, Donald Trump. "Anoche", ha empezado el Guía Supremo, "mentiste quizás más de diez veces. Amenazaste a una nación".
Continuó: "El día en que dijimos que lo que tenía EEUU con Irán no tenía nada que ver con la energía nuclear, y que esta era una excusa, algunos nos dijeron que no. Ahora véis como sí. Aceptamos el acuerdo, pero las hostilidades contra la República Islámica no se detuvieron. Ahora salen con la cuestión de nuestra presencia en la región y de los misiles. Si lo aceptamos, esto no se acabará, empezarán con otra cosa".
Pese a su denuncia, Jamenei, en línea con lo que anunció anoche Hasan Rohani, mantuvo su confianza en los tres países de la Unión Europea firmantes del pacto. El Presidente dio "unas semanas" de plazo para que sus diplomáticos, en diálogo con Francia, Reino Unido y Alemania - además de Rusia y China - logren garantizar que Irán disfrute de las contrapartidas económicas por su cumplimiento del pacto nuclear.
"Si no logramos suficientes garantías de la troika europea, sería un error continuar con el acuerdo nuclear junto a ellos", ha matizado Jamenei. Rohani, por su parte, abrió la puerta a la posibilidad de enriquecer uranio, por encima de lo permitido por el pacto, si los signatarios no aseguran que el acuerdo funcione a pesar de la decisión de EEUU.
Las palabras de Ali Jamenei han llegado pocas horas después de que, en la sede del Machlés, un grupo de diputados de tendencia rigorista hayan quemado un folio con una bandera estadounidense en el estado del hemiciclo. Esta forma de protesta, normalmente impulsada por el ala anti Occidental del sistema - a la que la decisión de Trump ha legitimado frente a los moderados - es habitual en las calles, no en sede parlamentaria.