Enarbolando la bandera del triunfo en el tercer debate, tratando de convencerse y convencer a las clientelas de PAN, PRD y Movimiento Ciudadano de que ganará la elección presidencial, Ricardo Anaya Cortés prosiguió el último tramo de campaña.
Por la mañana, en Mérida, declaró haberse impuesto contundentementeen el debate, y mantuvo intacta la promesa de encarcelar a los corruptos de la administración del gobierno de Enrique Peña Nieto.