Suecia se confirmó como el rival de México con legítimas intenciones por buscar uno de los dos boletos a Octavos de Final, mientras Corea mantuvo la tendencia a la baja y validó la etiqueta como el más débil del sector.
Las circunstancias en las que ambos llegaron a Rusia volvían obligatorio un desenlace: o Corea revivía a su defensa e imponía su vértigo ofensivo en el Mundial, o Suecia mantenía la solidez en la zaga y al fin volvía a marcar.