Las cosas fueron mejor de lo que nadie hubiera esperado, de primera clase, proclamó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras un almuerzo con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, con quien horas antes intercambió un histórico apretón de manos, al comenzar este martes una cumbre en la que Washington busca la desnuclearización de Pyongyang, que actualmente enfrenta severas sanciones internacionales.
El jefe de la Casa Blanca anunció que firmarán un acuerdo bilateral al cerrar, tras décadas de tensiones provocadas por el programa nuclear de Norcorea, la primera reunión entre un mandatario estadunidense y un líder norcoreano desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953) inició a las 9 horas (local) en el hotel Capella, ubicado en la isla de Sentosa.
Ahora mismo vamos a firmar, subrayó, aunque no precisó la naturaleza del convenio, e hizo énfasis en que la reunión culminó con grandes avances.
Observados por millones de personas en todo el mundo, los jefes de Estado estrecharon sus manos en una imagen simbólica y hasta hace poco inimaginable, antes de iniciar una reunión privada de 45 minutos acompañados únicamente de sus traductores, para después celebrar otro encuentro ya con sus asesores y luego almorzar juntos.
La principal incógnita es si el presidente estadunidense pudo convencer al líder norcoreano de que abandone su programa de armas nucleares. Estados Unidos es una potencia atómica desde hace décadas. Corea del Norte también asegura tener misiles de largo alcance que podrían transportar cabezas atómicas hasta territorio estadunidense.
Se esperaba que en la reunión se hablara también del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas partes, ya que hasta ahora Estados Unidos y Corea del Norte no tienen embajadores ni embajadas en el otro país
Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda, dijo Trump, quien se mostró sonriente junto a Kim.
El líder norcoreano reconoció que no había sido fácil llegar hasta aquí. Los viejos prejuicios y prácticas fueron obstáculos en nuestro camino hacia adelante, pero los superamos todos y hoy estamos aquí.
Tras su reunión cara a cara, Kim y Trump incorporaron a sus respectivos asesores para una reunión más numerosa y un almuerzo de trabajo, pero, a pesar del espectacular acercamiento diplomático, persisten numerosas incógnitas respecto esta cumbre.
Trump, quien lleva poco más de 500 días en la Casa Blanca, enfrenta uno de los momentos más importantes de su presidencia en el escenario internacional, donde ha disgustado a numerosos mandatarios, incluidos algunos de los aliados de Estados Unidos. Más aún, el fin de semana pasado reventó una cumbre del Grupo de los Siete.
Ambos mandatarios abandonarán Singapur este martes.