José Manuel Sanz Rivera, coordinador del equipo de transición del gobernador electo, Cuauhtémoc Blanco Bravo, ratificó que continuarán insistiendo en contar con la presencia del Ejército y de las autoridades federales a partir del 1 de octubre en Morelos, ante los altos índices de violencia registrados en la entidad, propuesta que Blanco Bravo había hecho con anterioridad y la cual hará personalmente hasta implementar una policía especial y poderle regresar el mando a los municipios.
Aseguró hay un llamado de alerta por la escalada de violencia que llevo a la formación de grupos de autodefensa, pero que éstos no son una opción aceptable sí están aramados. En cambio, les ofrecio dotarlos con equipos de comunicación para notificar a las fuerzas del orden los incidentes que pudieran presentarse.
“Sí hay preocupación, no puede haber una escalda de violencia con grupos de autodefensa armados, sino con radios de comunicación, eso sería efectivo y muy bueno, pero las armas deben estar fuera del estado”, refirió.
Indicó que están preocupados también por las diferentes situaciones que se han presentado, y que le ha informado al actual secretario de Gobierno, Ángel Colín López, por lo que el plan que buscan es integrar al tema de seguridad al Ejército y a la Gendarmería, a fin de cuidar a todos los morelenses.
No obstante, confirmó que el trámite lo empezarán a realizar conforme se acerque la fecha para ocupar el mando, además refirió que en próximos días planean reunirse con todas las áreas de Seguridad del Estado, con el objetivo de coordinar y lograr que la entrada del Ejército sea efectiva.
José Manuel Sanz Rivera destacó que la entrega de los elementos policíacos a las cabeceras municipales debe ser clara, pero que también contará con una policía especial para el estado, la cual tardará unos cuantos meses, pero siempre se respetará la autonomía municipal y las opiniones de los próximos alcaldes para mantener la seguridad dentro de sus localidades.