Una de las noticias recientes, sobre el arte de la esposa del pintor mexicano Diego Rivera (con quien se casó dos veces 1929-1939) es la exposición de sus objetos personales que se se exhiben en el museo londinense Victoria & Albert, la cual se titula: Frida Kahlo: Construyéndose (Making her self up) en la que el espectador se asoma a la intimidad de la artista al exhibirse sus perfumes, trajes, prótesis y corsés, los cuales tenían más de 50 años ocultos en un baño de la Casa Azul, de Frida.
Una habitación sellada que, -según información del museo- por deseo de su cónyugue, debía permanecer así durante años. Hasta que en 2004 se pudo empezar a catalogar, restaurar y mostrar al público.
Cabe mencionar que todos estos objetos de la artista se presentaron por primera vez en México en 2012.
Por otro lado, atrás de la popularidad de la pintora, su vida estuvo marcada desde muy temprana edad por el sufrimiento físico y las enfermedades que padeció. En su biografía se relata que el primero de estos infortunios consistió en una poliomielitis que contrajo en 1913, dando inicio a una serie de sucesivas enfermedades, lesiones diversas, accidentes y operaciones.
El 17 de septiembre de 1925 sufrió un grave accidente cuando el autobús en el que ella viajaba fue arrollado por un tranvía, quedando aplastado contra un muro y completamente destruido. En 1925, poco antes de este accidente, había trabajado como aprendiz en el taller de grabado e imprenta de Fernando Fernández Domínguez, un amigo de su padre que, en medio del trabajo, le enseñaba a dibujar copiando grabados de Anders Zornn, dado que creía haber detectado en ella dotes especiales para este arte. En 1927 su pintura brilló a nivel internacional. Ese mismo año pintó el Retrato de Miguel N. Lira, un óleo sobre lienzo de 99.2 X 67.5 centímetros. Posteriormente, vinieron obras representativas de la artista plástica como Las dos Fridas que reflejaba sus dos personalidades. En este cuadro, asimilaba la crisis marital, a través de la separación entre la Frida en traje de tehuana y la otra Frida, de raíces europeas. Su reconocimiento artístico se dio entre 1939 y 1949.