Maguire, un tipo que no olvida sus orígenes y que se plantó como titular en Rusia con sólo cinco partidos internacionales, recordó que hace dos años veía a Inglaterra como aficionado cuando conoció que estaba dentro de los 23 de la lista de Gareth Southgate.
Tanto han cambiado las cosas que el enorme central de Sheffield -mide 1,93 metros- no sólo logró convencer al seleccionador para que le guardara un billete a Rusia, sino que la plaza que le deparaba era de titular en su esquema de tres centrales y dos carrileros.
Maguire le devolvió la confianza durante todo el torneo con un buen rendimiento defensivo, y subió la apuesta en cuartos, con el primer tanto en el partido de cuartos de final contra Suecia.
En 2016, Harry Maguire acudió al estadio Geoffroy Guichard de Saint-Etienne (Francia) para disfrutar del Inglaterra-Eslovaquia. Hace unos días, en la Volgogrado Arena, sus amigos lo vieron debutar el Mundial en el triunfo de los Tres Leones ante Túnez. Gareth Southgate lo hizo titular.