El presidente estadunidense, Donald Trump, consultará a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) si tiene sentidopermitir que una compañía de Texas publique planos para fabricar armas de fuego con impresoras 3D.
Trump publicó en Twitter el martes que está “examinando la venta al públicode Armas Plásticas 3D” y añadió que “ya hablé con la NRA”.
También dijo que “¡no parece tener mucho sentido!”, pero no dio más detalles
La organización de portadores de armas no respondió de inmediato a los pedidos de declaraciones.
El mandatario opinó luego que ocho estados presentaron una demanda contra el gobierno en la que dicen que esas armas, difíciles de detectar, son una bendición para criminales y terroristas y una amenaza para la seguridad pública.
La demanda, presentada el lunes en Seattle, le pide a un juez que suspenda el arreglo en junio del gobierno federal con Defense Distributed, que le permite a la compañía publicar en internet los planos de las armas.
Los demandantes son los secretarios de Justicia de Massachusetts, Connecticut, Nueva Jersey, Pennsylvania, Oregón, Maryland, Nueva York y el Distrito de Columbia. Por otra parte, los secretarios de Justicia de 21 estados pidieron al secretario de Estado, Mike Pompeo, y el de Justicia, Jeff Sessions, que se retiren del acuerdo con Defense Distributed, diciendo que “crea un riesgo inminente a la seguridad pública”.
INCONVENIENTES
La gente puede usar los planos para fabricar un arma corta de plástico mediante una impresora 3D.
Pero expertos del sector dudan de que los criminales se tomen esa molestia ya que las impresoras necesarias son muy caras, las armas tienden a desintegrarse rápidamente y las armas tradicionales son fáciles de obtener.
Cody Wilson, fundador de Defense Distributed, publicó los diseños de un arma impresa en 3D en 2013. Fueron descargados unas 100 mil veces, hasta que el Departamento de Estado le ordenó que desistiera porque violaba las leyes de exportación, ya que algunos planos eran descargados fuera de Estados Unidos.
El Departamento de Estado cambió de opinión a fines de junio y aceptó que Wilson siguiera publicando los planos, que aparecieron el viernes.
La empresa inició su propia demanda en Texas el domingo, al declararse víctima de “un programa ideológicamente impulsado de intimidación y acoso” que viola sus derechos a la libertad de expresión bajo la Primera Enmienda constitucional.