En la medida que aumentan las temperaturas a nivel mundial, los árboles presentan temporadas de desarrollo más largas, esto ayuda a que crezcan más rápido, sin embargo, presentan mayor debilidad.
De acuerdo con el estudio de los bosques de Europa Central, las temperaturas más altas, combinadas con la contaminación del escape de automóviles y granjas, debilitan la madera, esto produce árboles con menos madera y que se rompen con facilidad.
Los hallazgos, explicó Richard Houghton, significan que los bosques pueden sufrir mayores daños por tormentas y pueden ser menos eficientes al absorber el dióxido de carbono (CO2), gas de efecto invernadero.
Durante los últimos 100 años, los árboles del tipo haya y picea, en las regiones templadas de Maryland, Estados Unidos, así como de Finlandia a Europa Central, han tenido una tasa de crecimiento que se ha acelerado casi 77 por ciento desde 1870, destacó la revista Science.
Por su parte, el científico forestal de la Universidad Técnica de Munich en Alemania, Hans Pretzsch, junto a sus colegas, realizó una investigación para determinar si la calidad de la madera había cambiado, por lo que trabajaron con 41 parcelas al sur de Alemania, algunas de las cuales han sido monitoreadas de manera continua desde 1870.
Entre los tipos de árboles examinados destacan el abeto rojo, roble sésil, haya común y pino silvestre, de los cuales fueron analizados sus anillos con una sonda de alta frecuencia.
Los resultados arrojaron que en las cuatro especies, la densidad de la madera disminuyó entre 8 y 12 por ciento; no obstante, estudios previos, dijo Pretzsch, relacionan este decremento con el uso de fertilizantes.
En tanto, Richard Houghton subrayó que conforme a la disminución de las muestras, también los árboles dejaron de absorber menos carbono de la atmósfera cada año en casi 50 por ciento.