Por: María Aguilar
Durante los últimos meses se ha hablado mucho sobre quién será el nuevo director técnico de la Selección Nacional Mexicana, entre los nombres más escuchados para tomar las riendas de tan importante equipo están: Matías Almeida, Miguel “el Piojo” Herrera, Jorge Sampaoli, entre otras personalidades. Sin embargo, muy pocos prestan atención a lo que pasa con los jugadores que pertenecen o aspiran a la Selección Nacional y que actualmente juegan en la liga más dominante de la Concacaf, la Liga Mx.
Esta semana salieron a la luz declaraciones de jugadores que están inconformes con el trato que tienen dentro de los diversos clubes mexicanos y de la falta de compromiso e importancia que presentan los directivos de estos, cuando se realiza un préstamo o compra de jugadores.
Tal es el caso de Rodolfo Pizarro, actual jugador de los Rayados de Monterrey y de Rodolfo Cota, actual arquero del Club León, quienes anteriormente eran jugadores del Guadalajara y que se vieron forzados a dejar dicho equipo, debido a que los dueños y directivos del mismo ya habían hecho negocio con ellos.
Es lamentable pensar que los jugadores, dentro de la liga mexicana, solo son vistos como mercancía que puede cambiarse cuando los directivos así lo desean, sin que se les consulte a los jugadores si están de acuerdo en realizar dicho cambio.
La mayoría de los jugadores busca un cambio de equipo porque consideran que el rendimiento que tiene en el actual, no es el mismo, es decir, muchas veces lo hacen para desafiarse a sí mismos y ponerse a prueba, pues consideran que pueden aportar más y no quieren caer en la monotonía.
Desgraciadamente, en México el dinero es lo que más importa; los directivos solo están interesados en generar más ingresos económicos a expensas de lo que pueda o no pasar con los jugadores, dicho de otra manera que estos estén sobrevalorados o infravalorados a niveles exagerados, ya sea porque un jugador es un tronco dentro de la cancha y vale muchísimo dinero o porque es bueno y vale menos por pertenecer a un equipo no muy reconocido o sin títulos importantes.
Con respecto a dicho tema, el defensa mexicano, Nestor Araujo, actual jugador del Celta, en una entrevista concedida a los medios Vigo, declaro: "acá (España) es muy diferente a México; la última palabra la tiene el jugador; en mi país los cambios los hacen los dirigentes y te dicen ya estás allá y te tienes que ir. Para mí es nuevo”.
Y es que ¿por qué sólo verlos como negocio si cada uno de ellos ha ayudado a obtener títulos dentro de sus clubes? Desgraciadamente, los jugadores no tienen ni voz, ni voto al momento de hacer negocios o de definir su próximo equipo, pues en México necesitas tener a varios patrocinadores detrás tuyo para poder opinar sobre tu destino, no solo dentro de la liga mexicana, sino también para llegar a la europea, pues tal y como lo mencionó Gabriel Gerberoff, representante de los jugadores Argentinos en México, a una entrevista para El Economista: “El pensamiento de los clubes mexicanos es: por qué voy a venderlo por menos a Europa si me dan más dinero en México”.
Está claro que si se desea tener el nivel de cualquiera de las ligas del viejo continente, es necesario tomar en cuenta a los jugadores, y no porque siempre se deba consultarles si está de acuerdo o no con su cambio, ya que el ser futbolista es como cualquier otro trabajo, y como trabajadores deben respetar las reglas o decisiones; sino que por encima de los intereses monetarios de los clubes se piense en el beneficio que algún jugador puede darle al equipo y sobre todo la gran aportación que le puede dar a la liga mexicana.
Ojalá que el mismo interés que se le pone al tema del entrenador, se le preste a los jugadores que forman o quieren formar parte de la Selección, pues ellos son los que realmente demuestran la calidad que el futbol mexicano tiene, ya sea a nivel continental o internacional.
Con respecto a dicho tema, el defensa mexicano, Nestor Araujo, actual jugador del Celta, en una entrevista concedida a los medios Vigo, declaro: "acá (España) es muy diferente a México; la última palabra la tiene el jugador; en mi país los cambios los hacen los dirigentes y te dicen ya estás allá y te tienes que ir. Para mí es nuevo”.
Y es que ¿por qué sólo verlos como negocio si cada uno de ellos ha ayudado a obtener títulos dentro de sus clubes? Desgraciadamente, los jugadores no tienen ni voz, ni voto al momento de hacer negocios o de definir su próximo equipo, pues en México necesitas tener a varios patrocinadores detrás tuyo para poder opinar sobre tu destino, no solo dentro de la liga mexicana, sino también para llegar a la europea, pues tal y como lo mencionó Gabriel Gerberoff, representante de los jugadores Argentinos en México, a una entrevista para El Economista: “El pensamiento de los clubes mexicanos es: por qué voy a venderlo por menos a Europa si me dan más dinero en México”.
Está claro que si se desea tener el nivel de cualquiera de las ligas del viejo continente, es necesario tomar en cuenta a los jugadores, y no porque siempre se deba consultarles si está de acuerdo o no con su cambio, ya que el ser futbolista es como cualquier otro trabajo, y como trabajadores deben respetar las reglas o decisiones; sino que por encima de los intereses monetarios de los clubes se piense en el beneficio que algún jugador puede darle al equipo y sobre todo la gran aportación que le puede dar a la liga mexicana.
Ojalá que el mismo interés que se le pone al tema del entrenador, se le preste a los jugadores que forman o quieren formar parte de la Selección, pues ellos son los que realmente demuestran la calidad que el futbol mexicano tiene, ya sea a nivel continental o internacional.