En Florida, una familia es separada.
La esposa de un marine retirado fue deportada después de agotar todas sus apelaciones.
Brotaron las lágrimas cuando Alejandra Juárez y su hija menor se presentaron para su vuelo a México este viernes en el Aeropuerto Internacional de Orlando.
Juárez dijo que, si pudiera hablar con el presidente Donald Trump, le preguntaría cómo podía permitirlo si su esposo fue soldado de Estados Unidos.
La mujer de 39 años ha estado viviendo en el país desde hace 20 años.
Vivía sin ningún problema en Davenport, Florida, hasta 2013, cuando durante una parada de tráfico la policía descubrió que era una inmigrante indocumentada.
Su esposo, Temo Juárez, es mexicano, pero se naturalizó ciudadano estadounidense.
Fue un marine y actualmente tiene un negocio de techos.
Sus dos hijas, de 16 y 8 años, son ciudadanas estadounidenses.
Juárez decidió viajar a México acompañada por su hija menor, mientras su esposo y su hija mayor se quedan en Florida.
JUEZ ORDENA A EU ENTREGAR PLAN DE REUNIFICACIÓN DE FAMILIAS MIGRANTES
El gobierno de Estados Unidos deberá detallar esta semana su plan para reunificar a cientos de familias de inmigrantes, algunas de ellas con padres deportados o liberados de su custodia y con paradero desconocido, ordenó este lunes un juez federal de California.
Mediante una moción, el magistrado Dana Sabraw, que ve la demanda entablada contra el Gobierno por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) a raíz de la separación de familias inmigrantes, pidió al gobierno que entregue una lista de todos los padres no elegibles para reunificación, con información detallada sobre los que no están en el país.
Las autoridades federales aún mantienen bajo su cuidado a unos 650 niños de entre 5 y 18 años, además de unas decenas de menores de cinco años, clasificados como no elegibles para su liberación dentro del plazo establecido por el magistrado.
Los menores no han podido ser devueltos a sus padres los pasados días 10 y 26 de junio, las fechas establecidos en la corte, en algunos casos porque sus progenitores no están en el país o se hallan fuera de la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) sin que se sepa su paradero.
En pasadas audiencias, Sabraw responsabilizó al gobierno de EU de haber perdido el rastro de cientos de padres.
Se espera que el juez decida en cualquier momento si concede un plazo de siete días para los padres con una orden de deportación y que recién han sido reunificados evalúen sus opciones, entre las que podría incluirse ser repatriado sin el menor.
Esta solicitud de ACLU se debe a testimonios que suponen que muchos inmigrantes en centros de detención son forzados a tomar decisiones apresuradas y basadas en información engañosa.
La semana pasada, los abogados del Departamento de Justicia dieron a conocer que unos mil padres que fueron separados de sus hijos en la frontera cuentan con una orden y fecha de deportación.