Desde las dos de la tarde del pasado martes, Rómulo Campuzano se documentó en el aeropuerto internacional General Guadalupe Victoria. Jamás imaginó lo que le deparaba el destino.
Minutos más tarde, la nave que lo transportaba a él, junto con 102 personas más, se precipitó cuando apenas comenzaba a tomar altura.
Rómulo, quien es secretario general del Comité Directivo Estatal del PAN, narra cómo la tripulación advirtió de las dificultades, y en instantes sobrevino el percance.
El avión Embraer 190 no alcanzó a despegar, hizo dos patitos y salió de la pista para tomar el matorral, arbustos, huizaches y mezquites fueron arrollados por la mole de acero.
Aunque dice estar adolorido, está contento por estar vivo, junto con todos los pasajeros y tripulación.
Destacó la pericia del piloto de la nave, como aspecto importante para poder contar lo sucedido. “Dios nos lo puso ahí”, expone emotivo. Celebra que le tocó una azafata muy capaz, que desde el inicio de la crisis estuvo orientando.
Interrogado sobre lo que pasó por su mente en los instantes más difíciles, asevera que al escuchar por altavoz el anuncio de la colisión, “lo único que pensé es que nos íbamos a morir”.
Luego, cuando la azafata abre la puerta y observa tierra y arbustos, el siguiente pensamiento fue “ya la libramos”.
ESPAÑOL ENTRE LOS PASAJEROS
Hace una semana el español José Manuel Pulgar Hidalgo conocía el parque de pelota Francisco Villa y a los Generales de Durango, hoy, se encuentra con lesiones que no ponen en riesgo su vida.
José Manuel, esposo de la duranguense Fabiola Gómez, se dirigía a la Ciudad de México para tomar el vuelo que lo llevaría de regreso a la madre patria luego de unas vacaciones que jamás olvidará, sin embargo, el accidente lo impidió.
El superviviente José Manuel Pulgar es un minero de Lena, de 42 años y trabajador del Pozu Nicolasa, quedo sumamente fascinado con la fanaticada beisbolera.