Durante los últimos cinco años y medio, el robo de hidrocarburo se ha convertido junto con la venta de droga en uno de los negocios ilícitos más redituables para las bandas delictivas que operan en el país; no por nada, de enero de 2013 a junio de 2018 han sido detectadas 36 mil 330 tomas clandestinas de hidrocarburo, cuando de 2001 a 2012 habían sido detectadas en todo el país cinco mil 735 tomas ilegales en ductos de Petróleos Mexicanos.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto el robo de hidrocarburo ha ido en constante aumento y 2017 cerró como el año con mayor detección de tomas clandestinas en todo el país, con 10 mil 363 perforaciones ubicadas en el país.
De acuerdo con datos de Pemex, de 2007 a 2012, tiempo equivalente a prácticamente el sexenio completo de Felipe Calderón, fueron detectadas tres mil 230 tomas clandestinas, es decir, casi 10 veces menos al total de tomas clandestinas detectadas que van en el actual sexenio.
En aquel entonces, estados como Sinaloa, Veracruz y Tamaulipas concentraban la mayor cantidad de robo de hidrocarburo, mientras que en la actualidad está presente en 25 de las 32 entidades federativas del país, donde sólo quedan fuera Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Nayarit, Quinta Roo y Zacatecas, debido a que por ellos no pasan ductos de Pemex.
Según el estudio El robo de combustible: asalto a la nación, publicado en 2017 por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, el llamado huachicoleo es una práctica que fue identificada desde 2001, pero que fue a partir de 2011 cuando el número de tomas clandestinas aumentó de forma sustancial y donde el tema comenzó a cobrar relevancia.
HOMICIDIOS
Desde 2015, los asesinatos en Guanajuato aumentaron; tan sólo 2015 cerró con 832 carpetas de investigación por homicidio doloso, mientras que en el primer semestre de 2018 van mil 137 investigaciones, cifra que ya rebasó a las mil 44 indagatorias por homicidio registradas durante 2016.
Miguel Márquez, gobernador de Guanajuato, ha señalado en reiteradas ocasiones que el robo de hidrocarburo se da por omisiones de Petróleos Mexicanos, al no vigilar sus ductos por donde conducen el combustible que sale de la refinería Ingeniero Antonio M. Amor, de Salamanca.