Jaqueline Flores fue una de las primeras sobrevivientes del vuelo AM2431 de Aeroméxico asediadas por los medios locales tras la emergencia más grande ocurrida en la historia moderna de Durango se registró el pasado martes, cuando un avión con 103 personas a bordo intentaba iniciar su vuelo y una tormenta acompañada de granizo se lo impidió.
Analiza los videos en retrospectiva y su semblante delata un desconcierto, seguramente su cerebro aún no procesa lo que acababa de vivir.
Originaria de Durango y radicada en Colombia, a dos días de la emergencia y más tranquila, asegura que por momentos entra en crisis, ya que durante las primeras 24 horas la aerolínea no atinaba en lo que debía hacer y sólo daba vueltas a la resolución de su estado actual.
Dice que durante estos dos días que llevan esperando para recuperar la documentación, nunca se le ha proporcionado algún apoyo económico para alimentos y hospedaje. “No tengo ni cepillo de dientes, uso el mismo pantalón desde entonces”, dice preocupada.
Al igual que el resto de los pasajeros, perdió su documentación oficial y está desesperada, pues ya quiere olvidarse de toda esta pesadilla y buscar resguardo en su hogar, con su familia, ya que a Durango viajó de visita con su hija.
Fue hasta ayer por la mañana cuando la aerolínea respondió. Una persona que dijo estar autorizada llegó a la oficina de Relaciones Exteriores para hacerse cargo del pago de los pasaportes de ella y de su hija.
“Pagaron el 100% del trámite y la licenciada Karina Palencia, funcionaría de esa dependencia, nos brindó todas las facilidades, incluso nos facilitó las actas de nacimiento de ambas”, comentó Jaqueline un poco más aliviada.
Mientras tanto, su esposo deberá viajar desde Colombia entre lunes y martes, para que autorice el pasaporte de su hija, ya que es menor de edad.
Dice que el gobierno del estado les brinda ayuda oportuna; sin embargo, la aerolínea exigía su fecha de reservación para su regreso, pese a que aún no concluían los trámites para obtener un nuevo pasaporte.
