El jefe de Gabinete de Argentina, Marcos Peña, confirmó este jueves que el gobierno incluirá un capítulo sobre el aborto en el nuevo Código Penal, lo que reabrirá el debate sobre esta práctica luego de que el Senado rechazara la legalización.
Esta madrugada, a pesar de la movilización de millones de mujeres que exigían la legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación, el Senado rechazó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo con 38 votos en contra y 31 a favor.
Cuando la iniciativa naufragaba en medio de discursos conservadores y con base en argumentos religiosos, trascendió que el gobierno subsanaría el debate con una propuesta para despenalizar a las mujeres que se practican abortos.
Por la mañana, Peña reconoció que el proyecto de Código Civil que el gobierno presentará este mes para su discusión ante el Congreso incluye el tema del aborto, aunque no dio mayores precisiones.
Actualmente, la ley pena con uno a tres años de prisión a las mujeres que abortan, y la interrupción del embarazo sólo está autorizada (desde 1921) en caso de embarazo por violación o si la vida de la madre o el feto están en peligro.
La reforma sólo eliminaría la condena de prisión pero no legalizaría el aborto, que es el reclamo central del movimiento de mujeres porque sólo así el Estado tendría la obligación de garantizar la atención médica segura y gratuita a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo.
Con su inclusión en el Código Penal, el aborto volverá a ser tema de debate social, ya que mientras algunos funcionarios proponen que se eliminen de plano los artículos que penalizan a la mujer pero que el aborto se siga considerando un delito.
Después de confirmar que habrá cambios en este sentido, Peña celebró la búsqueda de consensos que hubo durante la discusión parlamentaria y convocó a “aprovechar todo lo que se aprendió y se discutió".
También subrayó la importancia de que durante los últimos cuatro meses la sociedad haya debatido un tema que el Congreso no tocó en casi 100 años, desde que en 1921 despenalizó el aborto por violación y si estaba en peligro la vida de la mujer o el feto.
Por otra parte, Peña rechazó la posibilidad de realizar una consulta popular sobre el aborto, como solicitaban algunos sectores para que eso definiera la legalización.