El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, retó este martes a su homólogo colombiano, Iván Duque, a un debate público y televisadopara hablar sobre la situación de ambos países fronterizos, aunque no cree que su par le acepte la propuesta por "miedo".
Yo pudiera tener un debate, lo que pasa es que él me tiene miedo. Iván Duque me tiene miedo, yo lo reto a un debate público cuando quiera. Como a él le gusta mucho Washington o Nueva York, podemos hacerlo en Estados Unidos", dijo el líder durante un acto con un grupo de colombianos en Caracas.
Además, criticó que el Mandatario colombiano, al que llamó "diablo con cara de angelito", hable más de Venezuela que de Colombia por lo que cree que está obsesionado.
Si quiere un debate sobre los temas de Colombia y Venezuela, vamos a hacerlo, nos reunimos y lo transmitimos en vivo y directo, en cadena en Colombia y Venezuela para que lo vea todo el mundo (...) yo no le tengo miedo a eso, lo reto, reto a Iván Duque a un debate público", insistió.
Maduro aseguró que Duque tiene ordenes de Estados Unidos para no hablar con el Gobierno venezolano, por lo que hasta ahora no ha sido posible tener relaciones de diálogo y diplomacia "normales".
Indicó que el diálogo entre ambos gobiernos será necesario para establecer un nuevo mecanismo de venta de combustible en las zonas fronterizas pues, recordó, Venezuela planea en los próximos días elevar a precio internacional la gasolina, considerada la más barata del mundo.
Maduro propuso reactivar las gasolineras que están ubicadas en toda la frontera con Colombia "para ofrecer gasolina venezolana en moneda extranjera, en pesos colombianos, a precios preferenciales.
Yo me preocupo por la situación de Colombia mientras el presiente Iván Duque está por Nueva York preocupado por sus negocios, y por sus churupitos (dinero) y por su maldad", prosiguió sin dejar a instar a Bogotá a designar un enviado especial para atender este y otros asuntos.
Dijo además que Caracas está lista para comprar toda la producción alimentaria a los productores colombianos que están en la frontera para abastecer el mercado nacional afectado por una severa escasez.