Por: María Aguilar
De nueva cuenta la violencia está presente en el fútbol nacional. Las agresiones que sufrió el aficionado de Tigres de parte de algunos aficionados del Monterrey: es reprobable. Desgraciadamente, hoy Rodolfo Manuel Palomo, se encuentra luchando por su vida en un hospital.
Se dice que los estadios del fútbol mexicano son los mejores para disfrutar un partido en familia, pues el ambiente es sano, divertido y tranquilo; no es del todo cierto. Existe mucha violencia entre la afición, hacia los jugadores y también hacia los elementos de seguridad o apoyo de los mismos.
Se admite el hecho de que exista una rivalidad entre los aficionados, sin embargo considero que eso debe quedarse en la cancha, se debe discutir la calidad y grandeza del mismo de forma pacífica y conforme a los resultados que se obtengan.
Lamentablemente la rivalidad entre la afición regia se desbordó, pues han atentado contra la vida de otro ser humano por pertenecer al equipo rival.
Los partidos son para disfrutarse y la violencia y/o agresión son actos de cobardía y vandalismo. El hecho de que las personas tomen la iniciativa para agredir a los demás, y lo que es peor, que muchos continúen con la acción, es simplemente vergonzoso.
Muy pocos dan importancia a este incidente, pese a que ellos también pueden estar expuestos, sin embargo es importante hablar sobre ello, pues con este tipo de acciones se demuestra y se admite que la moral, el respeto y valor por la vida, están en crisis, y eso es algo que debe preocuparnos, no solo como aficionados del futbol, también como sociedad, ya que no se debe admitir más este tipo de incidentes dentro de un estadio y/o fuera de él, pues son reprobables y dignos de castigar.
Aunque muchos equipos son conscientes de la situación y se han unido en campañas contra la violencia, de poco ha servido, ya que simplemente los aficionados han sobrepasado la línea del respeto y del fanatismo. Este tipo de campañas se agradece, sin embargo no han sido útiles para una afición agresiva y cero tolerante, como lo es la mexicana.