La cultura de paz es la lucha pacífica a favor de la dignidad de la otra persona; y se debe aprender a reducir los conflictos para alcanzar la paz, ya que ésta tiene un vínculo estrecho con los derechos humanos, señaló la subdirectora de Capacitación y Formación en Derechos Humanos de la defensoría estatal de habitantes, Sandra Tetatzin Contreras, ante servidores públicos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en la entidad (DIFEM).
Al participar en el Diplomado “El valor humano del DIFEM. Identidad institucional”, que tiene el objetivo de sensibilizar a quienes atienden a integrantes de grupos vulnerables, a fin de garantizar un servicio de calidad que se perciba desde el recibimiento, acompañamiento y el trato humano, Tetatzin Contreras mencionó que la cultura de paz debe basarse en valores y actitudes de cada persona, así como asumir la responsabilidad de sus actos.
Ante la coordinadora del diplomado Micaela Rojas Gutiérrez, exhortó a enseñar a niños y adolescentes a solucionar los conflictos por medio del diálogo, para evitar la violencia escolar y, recordó que la Codhem da a conocer los derechos humanos que tiene cada persona, a través de pláticas, talleres y conferencias que permiten resignificarlos y aplicarlos en la vida cotidiana.
La especialista de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) señaló que la paz es la regulación pacífica de los conflictos, privilegiando la armonía, libertad y justicia, “Es todo aquello que nos ayuda a ser más humanos y más felices”, y puntualizó que no se trata de reclamar, sino hacer observaciones y ser maduros para reconocer los errores de sí mismos.
Indicó que sin libertad no hay paz y explicó que hay quienes por medio de palabras, silencios, omisiones y actitudes agreden a una o más personas, es decir, generan violencia, por ello, pidió reflexionar, respetar y no causar daño, pues la educación en materia de paz y derechos humanos debe ser por medio de la no violencia, la cual implica solucionar conflictos con el diálogo, para lograr una convivencia armónica un mundo mejor, más justo y humano.
Como servidores públicos dijo, deben privilegiar el trato respetuoso y no criticar, sino apoyar a quienes se acercan a recibir una atención o servicio, así como entender que todos somos iguales en derechos, con características y virtudes diferentes.