Con la sencillez que le caracteriza y una voz en todo su esplendor tal y como se apreciara hace cuatro décadas al inicio de su exitosa carrera, Cecilia Toussaint se presentó en el festival Quimera la noche del domingo para deleitar con sus canciones al público entregado a la artista capitalina.
Visiblemente emocionada, Toussaint refirió, “estamos cumpliendo 40 años dedicados a la música y es un honor estar en Metepec para festejar este acontecimiento que para nostros es muy importante sobre todo porque la gente, ustedes, son quienes nos han acompañado siempre en esta trayectoria”.
El concierto inició con la interpretación de los temas: Soy mi voz, Nada le debo yo al miedo, Territorios, Bulldog blues, Amantes, y Sobre tejado caliente.
En cada melodía, Cecilia imprimió su sentimiento, de fuerte personalidad, alegre y amable; en dos ocasiones, estuvo de cerca con los tres músicos que le acompañaron, otorgándoles crédito merecido.
El público que ocupó la totalidad de asientos del foro de la plaza Benito Juárez, coreó las melodías de la también actriz y compositora, entre ellas, Mala hierba, Fiebre de invierno, la Tregua, Las calles no cuentan, Sólo porque si, Como la nada, y Aquí me quedo.
La ovación de los asistentes, la mayoría admiradores de la cantante y otros más que encantados la escuchaban por primera vez, fue motivo para que la intérprete de Carretera, no saliera del escenario hasta concluir el recital con Prendedor y Ezquizofrenia.
Así, Metepec vivió una noche más de magia y color, de calidad y armonía, de música y encanto.