Este martes se inauguró en China, Hong Kong-Zhuhai-Macao, el puente marítimo más largo del mundo, con 55 km logra conectar a Hong Kong, Macao y la China continental, el cual se encuentra sobre las aguas del delta del río de las Perlas y un túnel submarino.
Cuenta con islas artificiales y gigantes enlaces viarios que unen la isla hongkonesa de Lantau, al este, con la excolonia portuguesa de Macao, al oeste, y la ciudad de Zhuhai, en la provincia de Cantón. Oficialmente abrirá el miércoles.
Fue Xi Jinping, presidente de China el encargado de "cortar el listón" para dar apertura a esta construcción.
Numerosos retrasos, sobrecostes, casos de corrupción y muerte de varios obreros acompañaron esta obra, la cual inició en 2009.
Para las autoridades, el puente impulsará los intercambios comerciales, uniendo de forma espectacular las dos orillas del estrecho; sin embargo, para Hong Kong, los detractores del proyecto consideran que no es más que otro intento de Pekín de aumentar su influencia en esta antigua colonia británica
Los críticos con esa conexión ferroviaria la consideran como un "caballo de Troya" de Pekín en Hong Kong, ya que implicó la construcción de una nueva estación en el centro de la excolonia británica, vigilada por agentes de seguridad chinos. Es la primera vez desde la devolución de Hong Kong al gigante asiático que las leyes chinas se aplican en un área del territorio semiautónomo.
No es para todos
El principal tramo del puente está bajo soberanía china, y los automovilistas hongkoneses que lo recorran deberán "someterse a las leyes y normas del continente", según del departamento de Transportes de la ciudad.
Los conductores que quieran circular por este puente deberán obtener un permiso que no se le otorga a todos, pues para tenerlo deben ocupar determinados puestos oficiales en China o haber hecho donaciones a organismos caritativos en Cantón.
Al final, la mayoría de los pasajeros que utilizarán el puente lo harán a bordo de autocares con autorización oficial.
Numerosos internautas hongkoneses lamentaron esas restricciones para usar una construcción financiada en gran parte por el territorio semiautónomo.
