En unos catres y con la ropa y la comida que la gente les da, pasan los días María Asunción Medina Escalante y su esposo, unos de los miles de afectados tras el paso del huracán Willa, que provocó el desbordamiento de los ríos Acaponeta y San Pedro en Nayarit.
María Asunción Medina Escalante, afectada, comenta:
"De aquí me sacaron a mi porque ya me daba el agua en el pecho y me subieron aquella casa; y él y mi hija aquí pasaron arriba de esa casita con los aguacerazos sin tomar agua, sin comer, sin nada, ya en la tarde me bajaron y me llevaron a la carretera y allá pasé, porque no soportabamos"
"Allá la casa de a tiro echada a perder, todo se nos echó a perder, mi casa está limpia de que no hay nada, camas"
Pero ahora los habitantes de esta zona también se sienten preocupados, dado que la mayoría se dedica al campo y estiman que no tendrán trabajo pronto.
En Ruiz, las personas afectadas continúan con las labores de limpieza en sus hogares, algunos de ellos únicamente alcanzaron a rescatar a sus animales.
Gregoria Muñoz, afectada, apunta:
"Una cosa desesperante, triste, yo en la noche como estuvo la llovedera subí mis cosas, las subí arriba de una estufa que tenía, una estufa vieja, y todo anduve subiendo, pero todo igual, o sea: haga de cuenta que no subí nada... puro lodo, me dio tristeza porque cuando miré ya estaban mis animales. Nomás la puerca paraba su trompita pa arriba y la perra también se me paraba de manos porque estaba amarrado el pobre animal; y pues me metí y me dió el agua hasta acá y helada el agua y me gritaba no te metas al agua es el río"
En el caso de María Flores no solo tiene que soportar la pérdida de casi todas sus pertenencias, sino también la muerte de su sobrino, quien sufrio un derrame cerebral.
María Flores:
"Pues todo y aparte de eso tuvimos la pérdida de mi sobrino. Ayer lo enterramos y pues fue doble dolor, porque se perdió todo"
Las personas afectadas aseguran que será difícil reponerse de la situación.
