Cientos de niños migrantes indocumentados fueron enviados silenciosamente a un campamento de carpas ubicado en Texas, cerca de la frontera sur, reveló The New York Times.
Desde Kansas hasta Nueva York, los cientos de menores fueron despertados en la mitad de la noche en las últimas semanas y cargados en autobuses con mochilas y bocadillos para un viaje a su nuevo hogar en Tornillo, el oeste de Texas, a unos 35 kilómetros al sureste de El Paso, en la frontera con México.
La mayoría de los niños habían sido alojados en casas de acogida privadas o refugios, en donde recibieron educación formal y visitas regulares con representantes legales asignados a sus casos de inmigración.
Pero en las filas de tiendas en la arena de Texas, los niños en grupos de 20, separados por género, duermen alineados en literas. No hay escuela: se les dan libros de trabajo que no tienen la obligación de completar y el acceso a los servicios legales es limitado, según destacó el diario en un reportaje.
Cientos de niños son enviados desde refugios al oeste de Texas cada semana, y en total son más de mil 600 hasta ahora. La ciudad de carpas en Tornillo no está regulada y, por ejemplo, la escolarización no es necesaria allí.