"Hay muchos equipos más importantes por presupuesto y plantilla que están más abajo en la tabla, y no veo que su entrenador esté apuntado por un láser como lo estoy yo", manifestó este viernes Mohamed en su comparecencia ante los periodistas.
Recordó que "históricamente" el Celta nunca destituyó a un nuevo entrenador en la jornada diez, y se negó a calificar "de final" el choque de este sábado: ";e dijeron que venía a un proyecto deportivo y tengo un equipo en formación, el más joven de LaLiga".
No creo que en ningún proyecto se pueda tomar una decisión definitiva en diez partidos. Las cuentas se hacen al final, ya lo dije después de ganar al Atlético de Madrid, y todavía no va ni el 30 por ciento del campeonato. A veces se apuran todos a hacer cuentas mucho antes de tiempo y pasan estas cosas.
Mohamed, que llegó este verano para sustituir a Juan Carlos Unzué, es consciente de la delicada situación en la que se encuentra. Cuestionado por un amplio sector del celtismo y con el único apoyo del presidente Carlos Mouriño, el argentino se juega el puesto ante el Eibar después de que su equipo haya encadenado seis jornadas sin ganar.
No me siento cómodo porque no me parece justo que tan rápido hagan un juicio final. Yo las cuentas las hago al final, pero aquí todos las han hecho mucho antes. No me voy a pelear con nadie.
El preparador celeste destacó que su equipo todavía está "en construcción", confirmó que Iago Aspas actuará como delantero centro debido a la baja de Maxi Gómez y dejó entrever que Emre Mor y Boufal jugarán como extremos.
Hace mucho que no ganamos y el equipo está hecho para estar bastante más arriba en la tabla. Nos debemos una victoria y para conseguirla tenemos que mejorar algunas cosas del último partido. Existe una presión por ganar. Si no lo logramos, la presión va a ser mucho mayor.