Serkan Golge, científico de la NASA que estaba en Turquía, fue arrestado por las autoridades de este país tras ser acusado de conspiración.
Tras estos hechos, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, volvió a pedir a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, la liberación del científico turco-estadounidense de la NASA Serkan Golge, preso por sus supuestos vínculos con los instigadores del fallido golpe de Estado de 2016 en Turquía.
En declaraciones a la prensa, Pompeo explicó que, durante su encuentro con Çavusoglu, dio "la bienvenida al momento positivo" que vive la relación bilateral después de la puesta en libertad en octubre del misionero Andrew Brunson, que se enfrentaba a 35 años de cárcel en Turquía por acusaciones de espionaje y terrorismo.
Estamos aún muy preocupados por la detención injusta en Turquía del personal empleado por Estados Unidos y de ciudadanos estadounidenses, incluido el científico de la NASA Serkan Golge", subrayó.
Al hablar del "personal empleado por Estados Unidos", Pompeo se refería a tres empleados turcos de las legaciones diplomáticas estadounidenses que fueron arrestados en 2017 acusados de colaborar en el golpe de Estado.
Por su parte, Golge fue detenido el 16 de julio de 2016, horas después de la asonada, y en febrero de este año fue condenado a siete años y medio de prisión por su supuesta relación con la cofradía del predicador turco Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos y al que Ankara responsabiliza del golpe.
Según el tribunal que le condenó, la prueba de sus lazos con la cofradía es una cuenta que mantenía en el banco Bank Asya, buque insignia del imperio económico de la red gülenista.
Las relaciones entre Ankara y Washington, socios militares en la OTAN, han experimentado una aparente mejora desde la puesta en libertad de Brunson, liberado por un tribunal turco tras pasar dos años privado de libertad a la espera de juicio.
El caso de Brunson exacerbó las tensiones en la relación bilateral porque Estados Unidos convirtió su liberación en una causa diplomática, mientras que Turquía se escudó en la independencia de sus tribunales.
Más allá de los ciudadanos estadounidenses presos en Turquía, Pompeo y Çavusoglu conversaron hoy sobre el asesinato en octubre del periodista Jamal Khashoggi y coincidieron en la necesidad de "trabajar juntos" para reducir la intensidad del conflicto en Siria, informó el Departamento de Estado en un comunicado.