Kalimori es una comunidad privada para adultos jóvenes con discapacidad intelectual, ubicada en Malinalco, Estado de México, la cual está encaminada a proveer una opción de independencia para estos residentes.
En este espacio se les da una alternativa de desarrollo integral, creando un sitio donde pueden descubrir sus habilidades, desarrollarlas al máximo, eliminando barreras sociales y creando un lugar de pertenencia.
Así lo informó a Notimex Angélica Cuevas Contreras, directora técnica de este proyecto, quien dio a conocer que es un espacio de más de cuatro hectáreas de terreno.
Hasta el momento hay dos casas, pero se está construyendo una tercera, con el objetivo de seguir creciendo, la meta es tener 48 residentes y 30 adultos jóvenes de la zona en el programa social.
Explicó que a las personas que participan aquí, tanto residentes, como becados, se les ofrece ayuda con expertos, quienes han diseñado talleres y dinámicas específicas, para darles herramientas de vida diaria e independencia.
Asimismo, en los fines de semana tienen actividades recreativas en el pueblo de Malinalco, donde se han integrado a la comunidad.
Esta comunidad lleva un año de funcionamiento y la intención es brindarles “un espacio a las personas con discapacidad y trastornos del espectro autista, que vienen aquí para que sean cada vez más independientes.
“No es un modelo médico, sino que está basado en la concepción social de atención a la discapacidad, en la cual buscamos el desarrollo de habilidades socioadaptativas”, puntualizó.
En estos primeros 12 meses considera que ha sido un periodo “riquísimo”, en experiencia, de mucho aprendizaje para todos, para los que trabajan aquí y las familias que confiaron en este proyecto y para los chicos que viven en este lugar.
Subrayó que cuando se habla de discapacidad intelectual, se quiere decir: síndrome de Down y otros síndromes genéticos, metabólicos, condiciones que generan una situación de discapacidad de nacimiento y que provocan una disminución en la capacidad cognitiva de la persona y de la posibilidad de desarrollar una inteligencia como sería normalmente.
Para poder inscribirse en este programa, tiene que ser mayor de edad, pasar un proceso de evaluación inicial, para ver si se tienen los apoyos que requiere la persona para poder estar ahí.
Después, tienen que venir a conocer para ver si les agrada el lugar y básicamente eso es todo, contar con una condición de discapacidad intelectual o autismo.
Se aclaró que el pago mensual cambia acorde al programa que se tenga, se cuenta con algunas becas, aproximadamente el costo es de 40 mil pesos mensuales, viviendo aquí y participando en todas las actividades.
Hay tres programas de residencia, que se adaptan a las necesidades de cada familia, existe “local social”, donde los chavos permanecen de 10:00 a 18:00 horas. Se busca el desarrollo de habilidades laborales e independientes. En éste, los adultos que no tienen recursos y que viven en Malinalco, están 100 por ciento becados.
Mientras que el programa de residencia es donde las personas viven en Kalimori en casas de 500 metros cuadrados, divididos en mujeres y hombres con ocho habitaciones cada una y un departamento para el monitor.
Y también está el programa de fin de semana y vacaciones, que es un espacio más de ocio y vacación, en el que se busca un respiro para las familias. “Hasta el momento tenemos ocho residentes y seis personas en programa diurno”.
Parte de este proyecto integral es la equinoterapia, por lo que está en proceso de construcción de caballerizas y picadero (pista donde se trabaja con los caballos), para que se pueda dar este servicio aquí. Actualmente, el servicio se brindaba de forma externa, pero se busca que la atención sea integral y completa.
Se han donado cuatro caballos y están en proceso de capacitación dos personas, que colaboran aquí, para poder tener personal certificado en equinoterapia.
“Primero que nada, la equinoterapia es una actividad física que ayuda mucho, después está el contacto y la interacción con el animal, sobre todo si son personas que les cuesta trabajo el vínculo.
“Después está la práctica, es una metodología específica en la que a través de ciertos ejercicios y movimientos utilizando al caballo ayudan a la regulación y a la rehabilitación de ciertos procesos del sistema nervioso y del sistema locomotor”.
Uno de los objetivos en Kalimori es preparar a los chicos a que sean cada vez más independientes, y darles herramientas para que puedan trabajar.
Hay varios talleres, uno es el de horticultura, es decir, el cultivo de plantas de huerta; se cuenta con un invernadero, en donde los chicos aprenden todo el proceso desde la germinación, hasta la cosecha y venta de los productos que se generan ahí.
“Es todo el proceso, desde sembrar una semilla, verla cómo crece, trasplantar una pequeña planta, regarla, cuidarla, que crezca, deshierbarla y ya que esté el fruto, cosechar el producto.
“O la planta misma se traspasa a la venta, o se vende la fruta o verdura que ellos mismos germinaron. Hemos plantado jitomate, tomate, chiles, pimientos, lechugas, acelgas, cilantro, tenemos una nopalera, plantas como el romero, la lavanda, arúgulas”, detalló.
Igualmente, Kalomori tiene vínculo con la empresa Isana, que es una granja ubicada en Malinalco, que se enfoca en la producción de huevo y hortaliza cultivada de manera honesta, buscando reunir los mejores ingredientes en todos los niveles.
Esta granja surge con el objetivo de sustentar económicamente a Kalimori y darles un espacio donde pueden ser integrados laboralmente; se producen cerca de cinco mil huevos mensuales, que se venden en Malinalco y se distribuyen en la capital mexicana.
“Buscamos la producción de huevo de gallina de libre pastoreo y la intención es que los chicos también van a la granja y se preparan para poder trabajar en ella y apoyar a toda la parte de producción tanto del huevo como de algunas hortalizas”.
Además, está Casa Pixan, que es un hotel boutique con causa, ubicado en el centro de Malinalco, que surge como un espacio donde los integrantes de Kalimori pueden trabajar y recibir a sus familiares cuando vayan de visita; una parte de las utilidades del hotel se destina para apoyar el proyecto.