El número 1 mundial Novak Djokovic se convirtió en el primer jugador en ganar por séptima vez el Abierto de Australia al batir a Rafael Nadal (N.2) con gran autoridad por 6-3, 6-2 y 6-3, en dos horas y 4 minutos, este domingo en Melbourne.
Djokovic ya es el tenista con más coronas en el primer Grand Slam del año en un duelo que dominó de principio a fin, en el que Nadal ni siquiera pudo romper el saque del serbio. Supera a Roger Federer y a Roy Emerson, que tenían seis.
Con su triunfo, Djokovic encadena triunfos en Wimbledon, US Open y Australia, para alcanzar los 15 'grandes', a dos de Nadal y a cinco de Roger Federer, que tiene el récord.
El serbio se convirtió además en el primer jugador en repetir tres veces la serie de tres grandes consecutivos (tres entre 2011 y 2014, cuatro entre 2015 y 2016).
Nadal, ganador en Melbourne en 2009, pierde su cuarta final, tras las de 2012, 2014 y 2017, tras un torneo espectacular, en el que batió en semifinales al jugador del momento, el griego Stefanos Tsitsipas, verdugo de Federer en octavos.
Este domingo en la Rod Laver Arena el número 1 mundial fue muy superior. Lo demostró desde el primer momento, cuando hizo un break y se situó 4-0, con un ritmo de juego y un acierto que sostuvo durante todo el partido, inalcanzable para Nadal.
Ritmo, acierto y servicio
Fue un escenario muy diferente a la anterior ocasión en la que jugaron por el título en Australia, en 2012, cuando el serbio necesitó 5 horas y 53 minutos para tumbar al español, en la final más larga en la historia de los Grand Slam.
El triunfo permite a Djokovic llevar a 28 victorias -por 25 derrotas- su balance con Nadal, en los 53 enfrentamientos entre ambos -los jugadores que más se han enfrentado en la era Open-.
La superioridad de Djokovic queda plasmada en cifras como que no cedió un punto en sus cuatro primeros saques al servicio, llevándose el primer set en 36 minutos. Nadal tuvo solo una bola de rotura en todo el partido, y no la aprovechó.
El segundo set tuvo un patrón similar, con Djokovic manteniendo su saque con facilidad y Nadal sufriendo para no perderlo. La presión subió en el quinto juego, con el serbio logrando la rotura, definitiva en esta segunda manga.
Nadal, fuera de control, fue capaz de templar sus nervios en la tercera y ofreció algo de resistencia. Pero Djokovic era inalcanzable -solo cometió nueve faltas directas- y tras salvar su única bola de break, tras una hora y 45 minutos, se disparó hacia el trofeo.
En mayo, en Roland Garros, Djokovic intentará encadenar los cuatro grandes, en un torneo en el que Nadal, dueño y señor, defiende título y busca su histórico 12º trofeo.