La famosa fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2015 a través de un túnel conectado al baño de su celda en la cárcel fue coordinada por su esposa Emma Coronel y cuatro hijos del narcotraficante mexicano, quienes compraron un terreno adyacente al penal.
Tras construir el túnel, empleados del cártel sacaron a Guzmán por éste en una motocicleta.
Dámaso López, ex funcionario y socio de Guzmán durante años, testificó esto el miércoles durante el juicio a Guzmán que se celebra en Brooklyn. Coronel, quien se encontraba entre el público de la sala, escuchó el testimonio de López seria, sin inmutarse.
La información la implica directamente a ella en la sonada fuga de su esposo, quien fue arrestado unos meses después en la ciudad de Los Mochis.
López dijo que en 2016 se intentó volver a ayudar a “El Chapo” a fugarse a través de un pago de dos millones de dólares al entonces director del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención de Readaptación Social.
López no dio el nombre de quien ocupaba el puesto en ese momento. El pago no sirvió de nada ya que Guzmán sigue preso y fue extraditado en 2017 a Estados Unidos.