Caracas. Traidores nunca, leales siempre. Así debe ser, declaró este domingo el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ante cientos de cadetes durante una sorpresiva aparición en el fuerte militar de Paramacay, del estado costero de Carabobo, donde en 2017 se perpetró el asalto de un grupo de militares rebeldes.
Maduro pidió a los miembros de las fuerzas armadas unión, disciplina y cohesión para derrotar el actual intento de golpe de Estado, y desde el cuartel anunció las maniobras más importantes en la historia de Venezuela que se desarrollarán entre el 10 y el 15 de febrero, para demostrar el poder militar del ejército.
Maduro, acompañado del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, dijo a los uniformados que opositores intentan que la fuerza armada se convierta en golpista. Luego, al preguntar a los militares si eran golpistas e imperialistas, todos respondieron al unísono: ¡No, mi comandante en jefe!
Aseguró que el golpe de Estado imperialista busca imponer un gobierno títere en la figura del líder de la Asamblea Nacional (declarada en desacato por la justicia que declaró nulos su actos), Juan Guaidó, quien el miércoles pasado se autoproclamó presidente encargado, desde una tarima en una plaza pública ante miles de seguidores.
Vamos a dejar a punto y a tono todo el sistema de armas, toda la fuerza militar, todo el apresto operacional, toda la unión cívico militar, toda la capacidad miliciana para que nadie ose siquiera pensar en tocar nuestro suelo sagrado, expresó.
En una improvisada práctica, Maduro se embarcó con otros militares en un tanque anfibio que por algunos minutos recorrió las costas de la base naval ubicada en el Puerto Cabello, estado Carabobo, al encabezar preparativos para unos ejercicios militares que se realizarán el próximo mes.
El mandatario detalló que las visitas que realizará a partir de este domingo a diferentes destacamentos militares tienen como objetivo la preparación de grandes ejercicios militares.
En la de este domingo destacó el equipamiento ruso que incluyó baterías antiaéreas y tanques.
En el Twitter de Maduro se difundieron imágenes del gobernante, con una gorra militar, junto al alto mando castrense corriendo a trote por una calle de la base mientras se escucha de fondo una canción popular.
Nuestra #FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) está lista y preparada para defender la soberanía nacional y la integridad territorial, ante las pretensiones de vulnerar nuestra patria sagrada. ¡Leales Siempre, Traidores Nunca!, tuiteó Maduro.
La fuerza armada es considerada el principal sostén del gobernante, y aunque su cúpula le ha declarado lealtad absoluta y unidad, muestra fisuras.
El sábado, el agregado de Defensa en Washington, coronel José Luis Silva, desconoció a Maduro y apremió a los militares a respaldar a Guaidó; hace una semana 27 militares que se sublevaron fueron detenidos.
El Ministerio de la Defensa condenó en un tuit el pronunciamiento de Silva, al afirmar que subordinarse ante los intereses internacionales es un acto de traición y cobardía, y colocó dos fotografías del oficial en las que está escrita la palabra traidor. Mostró una resolución adoptada el 20 de septiembre pasado en la que se señala que Silva pasaría a la reserva activa a partir del 31 de julio de este año.
En otro frente, en una entrevista con la filial turca de la cadena CNN, Maduro criticó la postura asumida por la Unión Europea y dijo que “Europa está de rodillas ante Donald Trump.
Estos países no tienen moral para hablar a Venezuela de elecciones, afirmó Maduro al rechazar el ultimátum de España, Francia, Alemania y Reino Unido para que convoque comicios en ocho días o de lo contrario reconocerían a Guaidó como presidente interino.
Deben retirar ese ultimatúm, dijo el mandatario socialista.
Maduro afirmó que Guaidó violó la Constitución al declararse presidente y calificó de insolentes a los países europeos que lo apoyan.
Por separado, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, reiteró en declaraciones a RT la oferta de diálogo y aseguró que en las negociaciones de diciembre pasado estuvieron a punto de llegar a un acuerdo para reactivar a la AN, pero se descarrillaron cuando hicieron las consultas con el Departamento de Estado (estadunidense) y con la extrema derecha venezolana.
Guaidó, quien cuenta con el apoyo de Estados Unidos y sus aliados de América Latina, difundió este domingo la ley de amnistía para los militares aprobada por la AN. Sus seguidores repartieron en las calles de ciudades de todo el país copias de esa legislación, que busca la colaboración de los militares para acabar con la usurpación de la presidencia de Maduro.
Organízate con un grupo, descarga el documento y llevemos el mensaje de justicia, encuentro y perdón, tuiteó este domingo Guaidó.
En un comando de la Guardia Nacional, un uniformado quemó frente a los manifestantes la fotocopia de la ley que entregaron minutos antes, mientras en otra instalación militar próxima a la residencia presidencial un hombre vestido con camiseta roja lanzó por una puerta de metal varias fotocopias de la ley hechas pedazos.
Una iglesia de la ciudad occidental de Maracaibo, donde se realizaba un cabildo abierto sobre el proyecto de ley, fue atacada a disparos por supuestos chavistas, con saldo de cuatro heridos, entre ellos una religiosa, tuiteó la Conferencia Episcopal Venezolana.
Tras participar en una misa en una iglesia católica en la zona este de la capital, Guaidó llamó de nuevo a la fuerza armada a ponerse del lado de la Constitución, y ordenó a los militares no disparar contra el pueblo que se manifiesta en las calles contra el gobierno.
Guaidó condenó las 29 muertes por disparos de armas de fuego que sucedieron durante las protestas antigubernamentales entre el 22 y 24 de enero en Caracas y otras ciudades del país, según conteo de varias ONG, y pidió a la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, investigar los casos que atribuyó a los cuerpos de seguridad.
Por otra parte, Guaidó afirmó que espera mucho más que lo propuesto por México y Uruguay –países que mantienen el reconocimiento al gobierno de Maduro y que hicieron una propuesta de diálogo– y les pidió colaborar a la solución de la crisis política y humana que se vive en Venezuela.
Al concluir la jornada, Guaidó convocó por Twitter a dos movilizaciones. Este miércoles 30, una gran marcha nacional para exigir a las fuerzas armadas el acceso de comida y medicinas que, según él, ya se gestionaron ante la comunidad internacional, e instar a los militares a desconocer a Maduro. Y el próximo sábado protestas a escala nacional e internacional al expirar el domingo el plazo impuesto por la Unión Europea para que Maduro convoque a elecciones.
En entrevista con The Guardian, Guaidó rechazó que Venezuela corra el riesgo de fragmentarse bajo diferentes poderes, y dijo no creo que lleguemos a ese punto, la idea es sólo incrementar la presión; agregó que Venezuela vive un momento mágico.
Al cierre de esta edición, Reuters reportó que Guaidó envió una carta a la primera ministra británica, Theresa May, pidiéndole detener la repatriación de 31 toneladas de oro que el emisor venezolano tiene en el Banco de Inglaterra.
Las autoridades británicas han sido reacias a movilizar los lingotes solicitados por el gobierno de Maduro desde el año pasado, aseguraron algunas fuentes la semana pasada.
El Banco de Inglaterra, la oficina de May y el Banco Central venezolano no respondieron a solicitud de comentarios.