Apasionado del beisbol, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó esta ciudad con el objetivo central de anunciar el inminente cumplimiento de una promesa de campaña: el regreso a la Liga Mexicana del Pacífico de los Algodoneros de Guasave, desaparecidos recientemente con la mudanza de la franquicia a Guadalajara para convertirse en Charros de Jalisco.
Fue parte de un conjunto de anuncios relacionados con el que se califica rey de los deportes, apelando a los románticos beisboleros. En el estrado colocado detrás de la segunda base del estadio de esta ciudad, López Obrador habló de paso acerca del eje de su gestión de gobierno: el combate a la corrupción y, con él su lucha contra el huachicoleo, al que se refirió metafóricamente para explicar sus acciones:
Tiramos una recta de 95 o 100 millas y con moña. A ver si van a batear esa, retó, al referirse al fin del huachicol que ha decretado, antes de describir apretadamente toda su política social.
Acompañado de los empresarios Alfredo Harp Helú –honesto con dimensión social–, dueño de los Diablos Rojos del México, y de Francisco González, principal propietario de los Sultanes de Monterrey, el Presidente arrancó aplausos al confirmar que la próxima temporada volverán los Algodoneros de Guasave y al mismo tiempo los Sultanes de Monterrey –que juegan en la liga de verano– a la Liga Mexicana del Pacíficio.
Visiblemente entusiasmado con su deporte, realizó otros anuncios asociados a su pasión: la creación de escuelas del beisbol en todo el país con jóvenes becados de tiempo completo, para estudiar o entrenar, porque la pretensión es que con ello los mexicanos en Grandes Ligas pasen de 20 o 30 a 60 u 80 al final del sexenio. Quienes no lo logren se podrán convertir en maestros de educación física.
Informó del funcionamiento de una oficina en la Presidencia para promover el beisbol, a cargo de Édgar González, hermano del ligamayorista Adrián González. Y además ofreció una inversión del gobierno federal para remodelar el estadio de Guasave.
Finalmente englobó estos anuncios beisboleros en el contexto de su política social, porque el deporte es en realidad medicina preventiva, dijo con visible satisfacción.