Especialistas del Museo del Templo Mayor (MTM), con apoyo del Instituto de Investigación Getty, restauraron un disco de turquesa decorado con las representaciones de siete guerreros que simboliza el viaje cíclico de las estrellas que, se presume, formó parte de las ofrendas de los mexicas en el Recinto Sagrado hace más de 500 años.
La restauradora Alejandra Candela y Mariana Díaz de León, del Departamento de Restauración del MTM, explicaron que se trató de un trabajo de nueve meses con jornadas de diez horas, pues tuvieron que ensamblar pieza por pieza más de 15 mil teselas de turquesa que componen al disco de 28 centímetros de diámetro.
Fue un proceso laborioso y minucioso, se indicó en un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que está basado en un registro detallado de teselas de medidas menores al milímetro.
El investigador Emiliano Melgar detalló que “en la cosmovisión nahua la turquesa se asociaba con el fuego, el tiempo, el poder real y la sucesión política”, por ello al disco de los siete guerreros se le considera una obra prehispánica.
“El disco decorado con siete dioses guerreros” es pieza estelar de la exposición temporal “Piedras de fuego y agua: turquesas y jades entre los nahuas” en el Museo del Templo Mayor, en esta ciudad, que continuará hasta el 24 de marzo.