Por: Ken Gurnick
Con dos banderines de la Liga Nacional consecutivos y seis títulos seguidos del Oeste de dicho circuito, los Dodgers inician la aventura de este 2019 en busca de la escurridiza corona de Serie Mundial, la cual sus fanáticos no han podido disfrutar desde que Ronald Reagan era presidente de los Estados Unidos.
¿CUÁL ES LA META?
La meta principal para los Dodgers, por supuesto, es la siguiente: Ganar la Serie Mundial tras quedar eliminados en las últimas dos ediciones y romper de una buena vez una sequía de 31 años sin levantar el trofeo de campeones mundiales. Una meta más inmediata durante el invierno fue la de crear un roster más balanceado, para tratar de tener una temporada más consistente.
Las lesiones propiciaron un arranque lento el año pasado, y por primera vez en casi una década, los Dodgers no contarán con Clayton Kershaw en el Día Inaugural. Los azules necesitaron de un juego número 163 para ganar el título de su división. Tener un buen inicio de esta campaña sería una buena manera de empezar.
¿CUÁL ES EL PLAN?
Las adquisiciones durante el invierno de A.J. Pollock, Joe Kelly y Russell Martin cubrieron tres áreas que necesitaban atenderse --un jardinero central que bateara a la derecha, un preparador de mesa para el cerrador Kenley Jansen y un reemplazo para el cubano Yasmani Grandal detrás del plato para alternarse con Austin Barnes, quien se perfila como el receptor número uno del club.
Aun con la incertidumbre que rodea a Kershaw y el haber canjeado al zurdo Alex Wood, los Dodgers gozan de profundidad en su pitcheo abridor con brazos jóvenes como Walker Buehler y el mexicano Julio César Urías, más los veteranos Rich Hill, Hyun-Jin Ryu, Kenta Maeda y Ross Stripling. El bullpen cuenta con suficientes lanzallamas para cubrir las inevitables lesiones.
¿CUÁL ES LA META?
La meta principal para los Dodgers, por supuesto, es la siguiente: Ganar la Serie Mundial tras quedar eliminados en las últimas dos ediciones y romper de una buena vez una sequía de 31 años sin levantar el trofeo de campeones mundiales. Una meta más inmediata durante el invierno fue la de crear un roster más balanceado, para tratar de tener una temporada más consistente.
Las lesiones propiciaron un arranque lento el año pasado, y por primera vez en casi una década, los Dodgers no contarán con Clayton Kershaw en el Día Inaugural. Los azules necesitaron de un juego número 163 para ganar el título de su división. Tener un buen inicio de esta campaña sería una buena manera de empezar.
¿CUÁL ES EL PLAN?
Las adquisiciones durante el invierno de A.J. Pollock, Joe Kelly y Russell Martin cubrieron tres áreas que necesitaban atenderse --un jardinero central que bateara a la derecha, un preparador de mesa para el cerrador Kenley Jansen y un reemplazo para el cubano Yasmani Grandal detrás del plato para alternarse con Austin Barnes, quien se perfila como el receptor número uno del club.
Aun con la incertidumbre que rodea a Kershaw y el haber canjeado al zurdo Alex Wood, los Dodgers gozan de profundidad en su pitcheo abridor con brazos jóvenes como Walker Buehler y el mexicano Julio César Urías, más los veteranos Rich Hill, Hyun-Jin Ryu, Kenta Maeda y Ross Stripling. El bullpen cuenta con suficientes lanzallamas para cubrir las inevitables lesiones.
El corazón y alma del orden al bate de los Dodgers es Justin Turner, quien aún no recibe el reconocimiento que merece fuera de Los Angeles. Cody Bellinger y Corey Seager necesitan recuperar la forma que los hizo ganarse el premio al Novato del Año, mientras que Max Muncy necesita hacer los ajustes necesarios ahora que la oposición ya sabe lo que es capaz de hacer.
¿QUÉ PODRÍA SALIR MAL?
Aun con la profundidad que los Dodgers tienen en la rotación, e incluso con su disminuida velocidad, Kershaw sigue siendo un as, por lo que una ausencia extendida del zurdo podría causar estragos. Seager parece estar sano tras someterse a cirugías en el codo y la cadera, pero recuperarse de dos operaciones podría hacer más vulnerable al joven campocorto. Al canjear al cubano Yasiel Puig y Matt Kemp, la presión ahora recae en Pollock, no sólo para explotar su mayor potencial, sino para permanecer sano, algo que no ha podido lograr en los últimos tres años.
Luego está Jansen, quien viene de someterse en noviembre a una cirugía de corazón que duró cinco horas. El lanzallamas perdió 25 libras de peso y trabajó como un toro durante los entrenamientos, pero una constante a lo largo de la racha de seis viajes seguidos a octubre ha sido la habilidad de Jansen para cerrar juegos.
¿QUIÉN PODRÍA SORPRENDER?
Urías bien podría convertirse en el Buehler de este año para los Dodgers. El zurdo sinaloense de 22 primaveras luce totalmente recuperado de una cirugía en su hombro de lanzar a la que se sometió en junio del 2017. Al igual como lo hicieron con Buehler, los Dodgers van a monitorear de cerca la carga de trabajo de Urías en los primeros meses de la campaña para asegurarse de que le quede bastante gasolina para octubre.
¿QUÉ PODRÍA SALIR MAL?
Aun con la profundidad que los Dodgers tienen en la rotación, e incluso con su disminuida velocidad, Kershaw sigue siendo un as, por lo que una ausencia extendida del zurdo podría causar estragos. Seager parece estar sano tras someterse a cirugías en el codo y la cadera, pero recuperarse de dos operaciones podría hacer más vulnerable al joven campocorto. Al canjear al cubano Yasiel Puig y Matt Kemp, la presión ahora recae en Pollock, no sólo para explotar su mayor potencial, sino para permanecer sano, algo que no ha podido lograr en los últimos tres años.
Luego está Jansen, quien viene de someterse en noviembre a una cirugía de corazón que duró cinco horas. El lanzallamas perdió 25 libras de peso y trabajó como un toro durante los entrenamientos, pero una constante a lo largo de la racha de seis viajes seguidos a octubre ha sido la habilidad de Jansen para cerrar juegos.
¿QUIÉN PODRÍA SORPRENDER?
Urías bien podría convertirse en el Buehler de este año para los Dodgers. El zurdo sinaloense de 22 primaveras luce totalmente recuperado de una cirugía en su hombro de lanzar a la que se sometió en junio del 2017. Al igual como lo hicieron con Buehler, los Dodgers van a monitorear de cerca la carga de trabajo de Urías en los primeros meses de la campaña para asegurarse de que le quede bastante gasolina para octubre.
Ese mismo fue el plan el año pasado, cuando los Dodgers pudieron echar mano del mexicano en la postemporada. Este año la mesa parece estar puesta para que Urías tenga una temporada revelación, como la que tuvo en el 2018 Buehler, quien también fue utilizado con cautela mientras regresaba de una operación Tommy John. Con buena salud, Urías y Buehler podrían convertirse en el mejor dúo de serpentineros jóvenes de los Dodgers desde Kershaw y Chad Billingsley hace una década.