La contaminación seguirá provocando "millones de muertes prematuras" en el mundo para 2050, sobre todo en África, Asia y Oriente Medio, si no se acelera la protección del medioambiente, según el Informe Mundial de Medioambiente(GEO) presentado hoy en Nairobi.
Además, la resistencia a los antibióticos, provocada entre otras causas, por los contaminantes vertidos en el agua, será para 2050 la primera causa de muerte en el mundo, según este informe de ONU Medioambiente realizado por 250 científicos y expertos de más de 70 países.
Esas son algunas de las conclusiones del sexto GEO que se ha divulgado en el marco de la IV Asamblea de Medio Ambiente de la ONU (UNEA-4), que se celebra hasta este viernes en la capital de Kenia.
Los "disruptores endocrinos", presentes en muchos productos químicos que afectan al sistema endocrino, también alterarán la fertilidad tanto de hombres como de mujeres y el desarrollo neurológico de los menores.
En este documento se explica que tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático costaría a nivel global 22 billones de dólares, pero los beneficios en salud podrían revertir en unos beneficios de 54 billones de dólares.
La reducción del consumo de carne y del desperdicio alimentario en países desarrollados y menos desarrollados, explican, reducirá en un 50 % la necesidad de producir alimentos para los más de 9.000 millones de habitantes que se calcula que habrá en 2050.
En la actualidad, el 33 % de los alimentos van a la basura en los países desarrollados, según el informe, de ahí la necesidad de un cambio de modelo de desarrollo, porque de lo contrario no se conseguirán los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU ni en 2030 ni en 2050.
Los expertos recomiendan igualmente inversiones en planes de desarrollo de áreas rurales para reducir la migración a las ciudades, donde se prevé que viva más del 70 % de la población en 2050.
Unos 8 millones de toneladas de plástico se tiran hoy día a los océanos cada año, un hecho que ha llamado la atención mundial en los últimos años, pero aún no hay un acuerdo global que ayude a ponerle fin.