En el caso de la narrativa, Portugal ha tenido estupendos representantes a lo largo de su historia y, poco a poco, nuevos nombres se suman a los de figuras como José Maria Eça de Queirós, José Saramago o Antonio Lóbo Antunes. Estos dos últimos han sido asibles para el lector mexicano gracias a la distribución que han hecho de su obra grandes editoriales como Alfaguara y Literatura Random House, con traducciones regularmente españolas.
Sin embargo, los nuevos autores portugueses, posteriores a estos grandes maestros están siendo conocidos en nuestro país gracias al esfuerzo de editoriales independientes mexicanas que se han aventurado a generar traducciones, editarlos, distribuirlos y ponerlos a la vista del lector, a fin de incrementar el interés por estos autores.
Ave Barrera, joven narradora recientemente merecedora del Premio LIPP de Novela 2018, tradujo la novela The Empire de João Valente, editada por Paraíso Perdido. “Me gusta mucho el portugués como lengua y como manera de hermanar y enriquecer el español, porque son lenguas afines. Estoy enamorada del portugués desde hace algunos ayeres, tanto por su sintaxis como por sus formas y por ese aire tan poético que tiene”, comenta la autora de Puertas demasiado pequeñas, Premio Sergio Galindo de Novela.
Arlequín, partió plaza en la pasada edición FIL de Guadalajara al presentar tres novelas de José Luís Peixoto: Nadie nos mira, Cementerio de pianos y Libro, estos dos últimos traducidos por Diana Alcaráz y Adrián Chávez, respectivamente. Del mismo autor, Cuadrivio publicó recientemente El camino imperfecto traducida por Ricardo Sevilla.
Un autor que cada vez gana más lectores mexicanos es Gonçalo M. Tavares, quien desde hace una década está publicado por la editorial oaxaqueña Almadía, que este año lanzó como novedad Una niña está perdida en su siglo en busca de su padre, la cual se suma a títulos exitosos como Jerusalén, El barrio y los señores e Historias falsas.
Muchos de estos libros fueron posibles gracias al apoyo del gobierno de Portugal, a través de la Dirección General del Libro, de los Archivos y de las Bibliotecas y del Instituto Camões de Cooperación y de la Lengua. Esto ha permitido que traductores entren de lleno en el terreno de la ficción lusitana.