Pompeo anunció la decisión el lunes por la noche, mientras Venezuela lucha por restablecer la electricidad luego de cuatro días de apagones en todo el país y una crisis política cada vez más grave.
Estados Unidos lideró un esfuerzo internacional para derrocar al presidente socialista Nicolás Maduro y reemplazarlo con el líder de la oposición, Juan Guaido, quien promete celebrar una nueva elección presidencial.
Guaido está respaldado por unos 50 países, mientras que Maduro mantiene el apoyo de países como China, Rusia y Cuba.
Maduro le ordenó a los diplomáticos estadounidenses que se fueran a fines de enero, pero luego se retiró.