Rubí Tsanda Huerta Norberto, le da vida a la lengua p’urhépecha a través de poemas que retratan el sentir y vivir de la comunidad, con el objetivo de hacer escuchar las lenguas indígenas.
“La poesía indígena no solo habla del metate y de la abuela, también, retrata lo que vivimos ahora los indígenas, el amor, las problemáticas, las protestas, los despojos de territorios, el cómo es la maternidad de una mujer ahora”, indica Rubí Huerta
Huerta Norberto, historiadora, traductora, lingüista, poeta señala que esta labor es ardua y requiere tiempo ya que los que se atreven a escribir primero se tienen que alfabetizar en la lengua para poder escribir, generando una ganancia enorme, la creación de lectores.
Hay personas que han practicado en nuestras comunidades la poesía de forma oral. Ahora, con esta cuestión del reconocimiento, de alguna manera de posicionar las lenguas a un mismo nivel, porque ya todas las lenguas han tenido un cierto avance en la cuestión de cómo estructurar su lengua, su gramática y pues esas son bases que para nosotros iniciar una escritura, con esas bases podemos ya plasmar textos, y por qué no, publicar libros, narrativa, poesía, novelas, textos literarios en donde las lenguas indígenas no se han estado desarrollando”, expresa la lingüista.
Y es que en el marco de que el 2019 es considerado como el año Internacional de las Lenguas Indígenas, la poetisa señala que es un gran momento para las lenguas, ya son reconocidas mundialmente y es importante que las comunidades lo preserven.
“Yo creo que estamos llegando a una etapa, a un momento de las lenguas indígenas son universales. Tengo conocidas que sus poemas han sido traducidos al italiano, al alemán, al francés, al inglés y ese es un logro, si esas lenguas pueden trascender pues yo creo que todas tienen esa posibilidad y eso también nos favorece, porque se están reconociendo a nivel federal e internacional y la gente que es hablante de estas lenguas lo que les va a dar, es ese impulso, esa motivación y decir mi lengua sí vale, mi lengua si puede ir más allá de solo estarlo practicando y hablando en mi comunidad o en un contexto más pequeño”.
Y es que la escritora advierte del peligro que existe de perder el dialecto, “se está perdiendo de una manera muy acelerada, hay en algunas comunidades donde por asamblea – que es el órgano máximo de la comunidad-, se decide dejar de hablar la lengua, porque ya no sirve o por la misma forma de discriminación y eso es algo muy grave”
Son los propios padres los que deciden dejar de transmitir el conocimiento, pensando que al sólo hablar el español sus hijos están trascendiendo; es por ello que Rubí Tsanda al percatarse de la situación que atraviesa la lengua p’urhépecha decide estudiarla.
“A mí me dio por estudiar mi lengua, estudiarla de una forma académica en donde yo pudiera entender más la estructura de la escritura, la misma lengua, Una expresión en p’urhépecha tiene tantos significados, tanta profundidad, eso es lo que me ha motivado estos últimos 15 años”
Su motivación la llevó a participar como asesora en el departamento de idiomas de la Universidad Michoacana, donde observó el interés de los jóvenes, que teniendo padres que hablan p’urhépechano les compartieron el idioma.
“La Universidad tiene una deuda con la lengua. (Los chicos) pagan, porque se paga para cursar idiomas, para que les enseñemos el idioma, siendo que sus papás son hablantes, eso me movió mucho. Alguna práctica que hacemos es que vayan los chicos a las comunidades donde se hable el p’urhépecha, la gente nos empezó a apoyar y se creó esa empatía de querer compartir”, comenta la maestra.
Esta enseñanza les da a las comunidades un reconocimiento del dialecto, “Si la lengua p’urhépecha se está impartiendo en una universidad reconocida como lo es la Michoacana, pues nuestra lengua vale”.
Rubí Huerta, resalta la necesidad de replicar la enseñanza de lenguas maternas en las Universidades, como una opción más de aprender un idioma para fomentar la enseñanza y que no se pierda, ni el p’urhépecha ni ninguna otra.
A la par de que invita a que más se atrevan a publicar, que si escriben den a conocer sus textos.
“A través de la literatura, aportar desde esa trinchera, desde ese enfoque generar textos, generar materiales donde quede plasmada la lengua, yo no sé si de aquí a 50 años la lengua siga más fortalecida o va a haber más pérdidas, pero yo considero que a través de la literatura hay un resguardo, hay una forma de estudiarla, de verla plasmarla y extenderla” precisa.