Bélgica presentó oficialmentes sus disculpas por las “injusticias” que padecieron miles de niños mestizos nacidos en África de padre belga durante el período colonial y arrebatados a sus madres para apartarlos de la sociedad.
“En nombre del gobierno federal belga, pido disculpas a los mestizos nacidos de la colonización belga y a sus familias por las injusticias y el sufrimiento que padecieron”, declaró el primer ministro belga, Charles Michel, ante la Cámara de Representantes el pasado 4 de abril.
El mandatario expresó también la “compasión” de Bélgica “hacia las madres africanas, a quienes se les arrebató a sus hijos”. “Espero que este momento solemne sea un paso más hacia la conciencia y el conocimiento de esta parte de nuestra historia nacional”.
Para el cofundador de la asociación François d’Adesky, nacido en 1946 de un padre belga empleado en una compañía minera y de una madre ruandesa, estas disculpas del Estado belga son un “acontecimiento histórico”.
Bélgica fue la potencia colonial del Congo belga —actualmente, República Democrática del Congo— hasta su independencia en 1960 y de Ruanda-Urundi, que en el momento de su independencia en 1962 dio nacimiento a Ruanda y a Burundi.
Según D’Adesky, entre 14,000 y 20,000 menores mestizos nacieron en estos tres actuales países.
Los padres biológicos no reconocieron a la mayoría de sus descendientes, quienes se mantenían al margen de la sociedad en orfanatos o en residencias.