“La frontera no es eso que dice Trump”, acota la curadora y crítica de arte, Ana Elena Mallet. Como para todos los mexicanos, para ella, el tema de la línea fronteriza es habitual: “La frontera puede ser un sitio, pero también un lugar para imaginar y encontrar posibilidades de crear nuevos espacios para el arte, para la convivencia, para la producción, para el diálogo”.
Mallet ha trasladado la discusión sobre la frontera mexicana con Estados Unidos a la pequeña ciudad de Lille, Francia, de apenas 232 mil habitantes. El domingo inaugura US-Mexico Border, como parte de las decenas de actividades que la población francesa organiza -del 27 de abril al 1 de diciembre- dentro de un festival que lleva a cabo desde 2003.
Lille3000 gira este año en torno a El Dorado, esa tierra simbólica por descubrir que, en algún momento, se identificó en América. La exposición que ha curado Mallet, es una aproximación al tema de la frontera desde el arte: en total, reúne 85 piezas de 34 artistas, diseñadores y arquitectos, principalmente latinoamericanos.
Originalmente montada en Los Angeles y en Albuquerque, la muestra agrega nuevas piezas que actualizan la manera de ver la frontera: “La empezamos a planear antes de que Trump llegara al poder, esta adaptación trae nuevas piezas y, de alguna manera, trae a la mesa la discusión”.
El registro del célebre caballo de Troya que, en 1997, Marcos Ramírez Erre, colocó en la garita entre Tijuana y San Diego como metáfora de las implicaciones entre ambas ciudades, se muestra como “Toy-an-Horse” (2016); Betsabeé Romero aporta “Estalagmitas y estalagtitas urbanas” (2014) y el fotógrafo, Pablo López Luz reúne una serie de imágenes aéreas bajo el nombre “Calexico-Mexicali, Frontera USA-Mexico” (2015).
Y aunque pareciera que la discusión se centra en una parte del planeta que sólo compete a México y EU, Mallet piensa que la exposición llega a Europa en un momento fundamental, en el que también se discute la inmigración y se han exacerbado los nacionalismos.
“Creo que en este momento, entendemos la frontera de la misma manera. Ahora está esa parte de querer defender el territorio y querer defender lo que somos, pero también hacemos una reflexión de que el mundo y lo que somos nosotros viene de la migración, somos pueblos mestizos todos, somos pueblos que nos hemos mezclado desde siempre, y eso es lo que hace rico el mundo”, reflexiona la curadora.
A la exposición también se ha agregado una serie de imágenes de Alfredo Durán, quien desde octubre se dedicó a documentar las caravanas migrantes de Centroamérica; el chileno, Guillermo Bert agregó un video y una pieza sonora que registra el ruido de la frontera con sus vendedores ambulantes, sirenas y automóviles. Pero en la muestra hay también trabajo de Guillermo Galindo, Judith F. Baca, Consuelo Jiménez Underwood, Adrián Esparza, Eduardo Sarabia, Haydee Alonso, Julio César Morales y Ronald Rael, entre otros.
