Michoacán es una tierra de contrastes, en donde igual se disfruta desde platillos purépechas o tarascos, hasta vianda internacional de influencias mudéjares, manitas de cerdo en salsa de ajonjolí, cocina criolla de refinada elegancia, entorno a pipianes sustanciales que bañan cuiris (patos, pichones y perdices), pulque y clemoles. En este estado, hay platillos para todos los gustos y, por lo tanto, es uno de los destinos foodies más ricos de México.
Dentro de Michoacán podemos diferenciar siete regiones que ofrecen cocinas de identidad y que contribuyen a la concepción de la comida mexicana. Estas zonas son: Zamora, Morelia, País de la Monarca, Pátzcuaro, Uruapan, Apatzingán y la Costa, siendo evidente no sólo sus atractivos arquitectónicos y naturales, como el de la temporada de la mariposa Monarca, la cual está terminando y es su gran joya, sino también su gastronomía.
Existen platillos que han transcendido al estado, entre los que destacan: el mole michoacano, los churipos, el pescado blanco de Pátzcuaro, el pozole batido y los chongos zamoranos.
Las Cocineras Tradicionales luchan por conseguir con su trabajo un ingreso complementario para su economía doméstica, todas ellas se agrupan en la Asociación de Cocineras Tradicionales del Estado de Michoacán, en la cual su presidente es Eduardo Garibay Morales.
Eduardo, también es un cocinero tradicional, aunque el colectivo los denomina con el nombre en femenino, agrupa tanto a mujeres como a hombres. Su platillo emblemático es el borrego a la penca, delicia desde hace cuatro generaciones, cuya receta ha pasado de padres a hijos hasta que llegó a sus manos.
Para Eduardo la cocina tradicional “la lleva uno en el alma y, hay que difundirla entre las nuevas generaciones para que no la olviden”. El cocinero hizo un llamado para resaltar el papel de su asociación y su fomento, ya que a pesar del gran esfuerzo que realiza el gobierno del estado, es sólo durante el encuentro anual, que las Cocineras Tradicionales tienen trabajo. Y una de las metas de este gremio es que se generen otros encuentros para obtener recursos.
Además, reconoce que son pieza fundamental para el desarrollo del turismo del estado, ya que cada vez son más los turistas que viajan teniendo como eje central disfrutar de la cocina que ofrecen los diferentes espacios que visitan. Para Eduardo, “Michoacán es la punta de lanza de la cocina tradicional mexicana y aportó mucho para que se lograra el reconocimiento por parte de la UNESCO”.
Pero además de conocer los atractivos gustativos y humanos que tiene este colectivo, Michoacán ofrece a sus visitantes verdaderas joyas arquitectónicas. Tal es el caso de la Catedral, que se ubica en la ciudad de Morelia, un lugar imperdible para quien visita el estado o los antiguos monasterios que dejaron las primeras órdenes religiosas que colonizaron, como el de Cuitzeo.
El pueblo mágico demoninado Cuitzeo cuenta con espacios religiosos como el antiguo convento Agustino de Santa María de la Magdalena, en el cual se pueden observar en murales las estrategias seguidas por los monjes para proceder a la evangelización de los nativos.
Restaurado por el INAH, hace 10 años, su visita es imprescindible para conocer cómo era la vida de los primeros colonizadores, así como su visión de su mundo teológico y de las armas utilizadas.
Para los más foodies, el municipio no dejará a nadie indiferente. Una visita obligada a alguna de sus panaderías constituirá un verdadero goce de los sentidos. En concreto no se pueden dejar de probar sus galletas de pinole, o sus diversos tipos de panes, por ejemplo, los que se elaboran, en forma de corona, para ser consumidos por los padrinos de cualquier boda local.
A la hora de la comida, a las orillas de su lago, se puede disfrutar de una buena mariscada y de las típicas ancas de rana. En La cabaña del lago, restaurante especializado en este tipo de preparaciones, encontrarás un lugar de cocina de generosas porciones. Un oasis para recuperar fuerzas y seguir explorando el lugar.
En el restaurante Ofelia Bistró Mexicano se puede degustar cocina de producto, desde un carpaccio de aguacate, hasta un chile ancho relleno de uchepo o una morisqueta.
Durante tres días Michoacán celebró su segundo Festival Gastronómico de Cocina Michoacana y su 16 Encuentro de Cocineras Tradicionales que ha concentrado a más de 13 mil visitantes interesados en conocer las novedades del sector gastronómico.
Todo un éxito, porque según datos de la organización, esta convocatoria tuvo un incremento de participación de más del 15 por ciento respecto al año pasado.
Para la secretaria de Turismo, Claudia Chávez López, “el gobierno del estado trabajó de forma transversal, porque se necesitan de muchos otros factores, entre los que se encuentran las Cocineras Tradicionales. En este sentido, este año habrá una bolsa de más de 20 millones de pesos para fomentar proyectos de microempresarios del sector turístico dando prioridad a las cocineras y cocineros tradicionales, así como a los artesanos”, aseguró.