Este Monterrey tiene memoria. Un año y cuatro meses después de perder la final del Apertura 2017 ante Tigres, los Rayados pegaron primero en la definición de ida de la Concachampions y llegarán a casa, cuando sea la vuelta, con una ventaja mínima en el marcador global.
El gol del argentino Nico Sánchez, de cabeza, en un tiro de esquina del colombiano Dorlan Pabónal 42′, abrió el camino para la victoria de La Pandilla, tras un partido peleado y con gran ambiente en el Estadio Universitario.
La actitud de los dirigidos por Diego Alonso marcó diferencia respecto al pasado. No sólo por el orden y la resistencia de cada línea, sino, también, por no renunciar nunca a la posibilidad de ampliar su ventaja, siendo visitantes.
Además del cabezazo de Sánchez, los Rayados se hicieron fuertes con las atajadas de Marcelo Barovero, cuyos lances mantuvieron el cero en momentos apremiantes.
En busca del empate, el técnico Ricardo Ferretti mandó al campo a su mejor hombre en otros encuentros importantes: André-Pierre Gignac, recuperado de su lesión, pero fuera de ritmo.
A pesar de ello, el francés Gignac probó varias veces los reflejos de Barovero. Sobre todo, en la recta final del partido, en la que los felinos se volcaron al frente para evitar la derrota ante su clásico rival.
La resistencia del Monterrey soportó los 90 minutos. No hubo un factor que los sacara del juego, por más insultos, patadas y presiones durante la primera vuelta de la serie. Todo se definirá el próximo miércoles, en el Gigante de Acero, donde el título de Liga, hace 502 días, fue para Tigres.
