Por: Enrique Serrano Gómez*
Esa frase de Andrés Manuel López Obrador es precisamente la antítesis del Estado de Derecho, lo cual hace patente que de este último no entiende nada.
Sería necesario explicarle al señor presidente que la ley (la legalidad) es una condición necesaria, aunque no suficiente, de la justicia. La legalidad puede sustentar su pretensión de justicia racionalmente si se garantizan, de manera igualitaria, las condiciones indispensables para el ejercicio de la libertad.
Cuando alguien dice que la justicia es algo diferenciado de la ley, lo que plantea, aunque no se consciente de ello, es que la justicia depende de la decisión de un individuo o grupo. Posición defendida por los distintos regímenes autoritarios.
Esa estúpida frase confirma lo que plantea el estupendo artículo de José Ramón Cossío: "López Obrador y el derecho" (Letras libres 243 - Marzo 2019.)
Desgraciadamente esa idea instrumental de la ley, que rebaja la legalidad a mero "legalismo", no sólo es de López Obrador, sino un elemento hegemónico de nuestra cultura política. De hecho, la tesis implícita en esa frase la he visto defender a algunos filósofos mexicanos que presumen saber de filosofía política.
*Doctor en Filosofía por la Universität Konstanz. Es profesor-investigador de tiempo completo de la División de Ciencias Sociales y humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana y miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel II.