Lewis se pasó media carrera quejándose por la radio (con más parafernalia que realidad) de unos neumáticos medios que le montaron en la vuelta 10 y que se le degradaron muy rápido al no hacerlos entrar en temperatura. Pese a tener a Verstappen pegado a su estela durante 68 vueltas de las 78 de que consta la prueba,, logró mantener la primera posición.
Lo intentó Verstappen en el penúltimo giro, con más artificio que posibilidades reales de salir ganador contra un Hamilton magistral, que dio otra lección de recursos y logró su triplete de triunfos Mónaco. Tocó Max de mala manera al inglés que tuvo suerte de salvar el coche.
Sebastian Vettel salvó el orgullo de Ferrari y logró la segunda plaza, gracias a una sanción de cinco segundo sobre Max Verstappen, que provocó un pinchazo de Valtteri Bottas (en la salida de boxes (tras un Safety Car en la vuelta 10 provocado por Leclerc) y terminó con sus opciones de podio, pero también evitó el sexto doblete consecutivo de Mercedes, al tocar al finlandés. Los comisarios dejaron a Verstappen en el lugar que merecía (cuarto) por su pilotaje excesivamente agresivo.
Vergonzosa fue la elección del holandés como piloto del días, tras ser sancionado por cerrar a Bottas contra un muro y tras intentar abordar a Hamilton desde lejos, sin opciones reales de adelantar. Debió ser sancionado una segunda vez.
Charles Leclerc protagonizó la gran decepción de la jornada, pese a una gran salida y haber remontado hasta el puesto 12 en apenas 10 vueltas. Allí intentó adelantar a Húllkenberg que cerró la puerta y forzó el pinchazo del monegasco, que tuvo que dar una vuelta con el neumático destrozado dañando el suelo, lo que forzó el 'safety car que marcó la prueba y le obligó luego a abandonar.