En medio de una cascada de acciones de veto contra Huawei, que incluye el distanciamiento con Google y Microsoft, el gigante chino de las telecomunicaciones mantiene un estado estable y confía en que las dificultades a causa de su inclusión en la lista negra comercial de Estados Unidos sean superadas.
James Schloss Glen, vocero de la compañía, aclaró que “Huawei es una empresa totalmente privada, por lo tanto, nunca ha sido manipulada por ninguna fuerza del gobierno o ajena”.
El secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, denunció ayer precisamente que Huawei es un “instrumento” del gobierno chino al asegurar que están “profundamente conectados”.
El pasado 16 de mayo Estados Unidos prohibió la contratación de empresas extranjeras, bajo la sospecha de espionaje industrial, Huawei ha señalado que las acusaciones sobre violaciones a la privacidad y problemas de seguridad en los equipos de telefonía y cómputo, por parte del presidentede Donald Trump, no están fundamentadas.
En esta guerra comercial, alrededor de 10.7 millones de usuarios de smartphones Huawei, en México podrán verse afectados.
“Sabemos que ahora Trump utiliza esas acusaciones para enfrentarse a China, ya que los dos países están en plena guerra comercial, pero eso no va a afecta a Huawei, porque tiene operación en más de 170 países del mundo”, expuso durante un recorrido por las instalaciones de la empresa, ubicada en Shenzhen, ciudad al sureste de China.
Fundada en 1987, por Ren Zhengfei, la empresa vaticinó los malos entendidos y señalamientos de Trump, por lo que empezó a prepararse para hacer frente a las posibles prohibiciones que ahora se materializan.
La compañía trabaja hace años en el desarrollo de su propio sistema operativo –aún sin fecha específica de lanzamiento–, además de que los componentes de sus equipos son ahora adquiridos a otras empresas, además de las estadounidenses, por lo que piden a sus clientes y consumidores no alarmarse.
“Tenemos buena comunicación con empresas estadounidenses, como Google, Microsoft, Intel,pero tenemos que utilizar nuestros propios sistemas”, expresó Schloss.
Desde marzo, Trump evidenció que la compañía china estaba en su radar cuando prohibió a las instituciones gubernamentales estadounidenses comprarles equipos y productos, cuya medida fue respondida con una denuncia ante los tribunales estadounidenses.
“Huawei no quiere participar en la guerra política de los dos países, pero quiere tratar seriamente el problema que representan las presiones de Trump. Quiere hablar y negociar con Estados Unidos”, dijo.
La disputa se da en medio de una carrera por el mejor desarrollo y control de la tecnología 5G, la cual supondría una nueva revolución industrial ya que gracias a esta podrán funcionar los coches autónomos o mejorar el sistema de respuesta de robots, ante lo cual, la compañía llamó a no generar una situación polarizada y controlada por alguna de las partes.
Huawei lleva al menos tres años desarrollando el uso comercial de la conexión y la Unión Americana teme a dichos avances en manos de China, ante la posibilidad de que se le dé un uso militar.
La compañía no sólo desarrolla y comercia equipos celulares –en 2018 se vendieron en América Latina 15 millones de los 200 millones que vendió en el mundo–, tabletas y computadoras, sino sensores, dispositivos y cámaras de seguridad, operadas a través de la tecnología 5G.
En un intento de acelerar su defensa contra los ataques del gobierno de EU, Huawei anunció ayer que presentó una moción en la que solicita a la Justicia estadounidense que declare inconstitucional la prohibición de que las agencias gubernamentales adquieran sus productos.
El gigante chino de las telecomunicaciones intentará acelerar sus acciones legales contra EU con una “moción para un juicio sumario”, un mecanismo permite que un juez decida sin tener que celebrarse el juicio en su totalidad.