El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien realiza una gira por Japón, discrepó ayer con parte de su equipo de gobierno sobre Corea del Norte y reiteró la confianza que le tiene a Kim Jong-Un.
Los comentarios de Trump surgen un día después de que un funcionario de la Casa Blanca reconociera que los ensayos balísticos norcoreanos violan la resolución de la ONU en ese sentido.
“Corea del Norte lanzó algunas armas pequeñas, que inquietaron a alguien de mi equipo y a otros, pero no a mí”, tuiteó Trump.
“Tengo confianza en que el presidente Kim mantendrá la promesa que me ha hecho”, agregó el mandatario de EU.
Corea del Norte lanzó el 4 y 9 de mayo varios misiles balísticos de corto alcance, en pruebas que fueron supervisadas Kim.
Fueron las primeras pruebas con misiles desde que quedaron colapsadas las negociaciones entre EU y Corea del Norte para la desnuclearización de la península coreana a raíz de la fracasada cumbre de Hanói de finales de febrero.
Según Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, Trump “se siente bien” respecto al líder norcoreano, ya que Kim “seguirá firme en el compromiso que hizo con el mandatario y se moverá hacia la desnuclearización”.
GUERRA ELECTORAL
El mandatario estadounidense se puso de lado de Norcorea tras sus recientes ataques contra el aspirante y principal rival a la candidatura presidencial demócrata, Joe Biden, asegurando que “sonrió” cuando Kim llamó al exvicepresidente una “persona con bajo coeficiente intelectual”.
La agencia estatal de noticias norcoreana lanzó la semana pasada un devastador ataque contra Biden, que en el pasado criticó al aislado Estado de gobierno comunista.
“Creo que están de acuerdo en su valoración del ex vicepresidente Joe Biden”, dijo Sanders sobre Trump y Kim desde Japón durante una visita de estado del mandatario republicano.
ENTREGA RECONOCIMIENTO
El presidente estadounidense entregó ayer un trofeo especial al ganador de un torneo de sumo en Tokio, tras asistir a uno de los espectáculos culturales más atesorados en Japón.
La distinción formaba parte de un despliegue de cortesías del primer ministro japonés, Shinzo Abe, que contaba con tres de las cosas preferidas de Trump: la lucha, las hamburguesas y el golf.
El mandatario recibió una cálida bienvenida a su llegada al Club de Campo de Mobara, al sur de Tokio, para una ronda de golf con el mandatario japonés en una cálida mañana. Era la quinta vez que jugaban juntos.
Ante las crecientes tensiones comerciales entre los dos países y con la amenaza de aranceles para las automotrices planeando en el horizonte, Abe está jugando todas sus cartas en un intento de aplacar a Trump.
Trump recibirá hoy el honor de ser el primer mandatario extranjero que se reúne con el nuevo emperador de Japón, Naruhito, desde que ascendió al trono el 1 de mayo.
Japón es muy dependiente de Estados Unidos en materia de seguridad y Abe ha intentado instar a Trump a mantener acuerdos internacionales y presionar a Corea del Norte.
ACUSAN AL FBI
La portavoz Sanders acusó ayer a la Oficina Federal de Investigación (FBI) de supuesta corrupción para intentar perjudicar al presidente Trump, en una entrevista con NBC News.
“Ya sabemos que hubo una cantidad escandalosa de corrupción en el FBI, filtraron información, mintieron, estaban trabajando específicamente para intentar derribar al Presidente, intentar perjudicar al Presidente”, dijo Sanders al canal estadounidense desde Japón.
Hace tres días, el mandatario ordenó a las agencias de inteligencia de su país que colaboraran con el fiscal general, William Barr, en la investigación sobre un supuesto espionaje a su campaña de 2016. Trump ha insistido en que su equipo electoral sufrió espionaje antes de los comicios por parte de la inteligencia bajo las órdenes de su antecesor, Barack Obama.