Un equipo. Eso buscaba Gerardo Martino, técnico de la Selección Mexicana, para su debut en la Copa Oro. Los meses previos, sin embargo, han marcado el proceso de El Tata con varias bajas, negativas y deserciones en la concentración, previo a los juegos amistosos ante Venezuela y Ecuador.
En Atlanta, el lugar donde el argentino fue campeón de la Major League Soccer, el Tricolor será una orquesta nueva, apenas una partitura garabateada, con diferentes intérpretes. La mayoría de ellos jóvenes de la Liga MX, que forman parte de la renovación.
El ciclo de Martino en encuentros amistosos inició el 22 de marzo, en la ciudad de San Diego, California. Ahí, frente a Chile, el rival que le ganó dos finales de Copa América al frente de la selección argentina, el cuadro mexicano sumó su primera victoria, antes del 4-2 ante Paraguay.
En su carrera, Martino se ha enfrentado cinco veces a Venezuela, su rival de hoy, como estratega de Paraguay o de Argentina. Con los guaraníes registró un triunfo, dos empates y una derrota. Al frente de la Albiceleste sumó una victoria en Copa América Centenario.
Los planes para el Tricolor apuntan a Qatar 2022, pero tienen un inicio de cambios y redirecciones. Porque de todos los elementos que militan en Europa, menos de la mayoría acordaron sumarse a la convocatoria nacional. Entre ellos Guillermo Ochoa (Standard de Lieja), Néstor Araujo (Celta), Andrés Guardado (Betis) y Raúl Jiménez (Wolverhampton).
La última baja confirmada, sumada a la ausencia de los europeos, es la de Marco Fabián(Philadelphia Union) quien sufrió un esguince en el tobillo derecho. Bajo este contexto, El Tata perfila su equipo.
Por ALBERTO ACEVES