Argentina llegó a Brasil y el sentimiento mezcla admiración, respeto y algo de temor también, porque está Lionel Messi. Los brasileños le reconocen siempre su condición de jugador único. Desde las celebridades, como Ronaldo y Dunga, hasta el aficionado cualquiera. La primera vez que La Pulga jugó ahí con la Albiceleste fue en Belo Horizonte, el 18 de junio de 2008. Después recorrió Río de Janeiro, Brasilia, Porto Alegre y Sao Paulo. Fueron nueve partidos, entre eliminatorias, amistosos y el Mundial de 2014. Siempre con la misma deuda: ganar un campeonato con la selección mayor de su país.
El dolor deportivo más grande en la carrera de Messi ocurrió en el Estadio Maracaná, en la justa de 2014. Los argentinos quedaron atravesados por Alemania, en la final, con la misma familiaridad que el 10 en las Copas América de 2007, 2011, 2015 y 2016, además de los Mundiales de Alemania(2006), Sudáfrica (2010) y el último en Rusia (2018). Los únicos dos torneos que se le dieron, y que son hoy los tesoros olvidados de Argentina, fueron en categorías menores: el Mundial Sub 20, en 2005; y los Olímpicos de Beijing 2008.
“Cuando Messi haya marcado 1283 goles como Pelé, y haya ganado tres Copas del Mundo, entonces podremos hablar”. El desafío de Edson Arantes do Nascimento, uno de los máximos exponentes en la historia del futbol y la selección brasileña, remarca el contexto en el que la Albiceleste, hoy dirigida por Lionel Scaloni, afronta la Copa América 2019. En el Grupo B, sus rivales serán Colombia, Paraguay y el invitado Qatar. El clásico ante Brasil quedará reservado para las finales.
Messi decidió volver a su selección tras el derrumbe en el Mundial de Rusia 2018. Atrás quedó la eliminación frente a Francia, en los octavos de final, y el fuego cruzado con dirigentes de la Asociación del Futbol Argentino. En territorio enemigo, el capitán del país presidido por Mauricio Macri cumplirá 32 años el próximo 24 de junio. Será también el primer torneo que disputará al lado de viejos conocidos: Walter Samuel, Roberto Ayala y Pablo Aimar, todos integrantes del cuerpo técnico de Scaloni, con quien también jugó.
“Atravesamos un proceso de recambio y no somos favoritos”. La advertencia del rosarino llega después de cuatro mundiales y cuatro Copas América en cero. De tal forma, el torneo continental, del 14 de junio al 7 de julio, abrirá una dimensión que la Albiceleste no transita hace tiempo: competir sin ser favorita. Porque al margen de Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María, sólo ocho jugadores participaron antes: entre ellos, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori y Agustín Marchesín, en la edición de 2015.
El dolor deportivo más grande en la carrera de Messi ocurrió en el Estadio Maracaná, en la justa de 2014. Los argentinos quedaron atravesados por Alemania, en la final, con la misma familiaridad que el 10 en las Copas América de 2007, 2011, 2015 y 2016, además de los Mundiales de Alemania(2006), Sudáfrica (2010) y el último en Rusia (2018). Los únicos dos torneos que se le dieron, y que son hoy los tesoros olvidados de Argentina, fueron en categorías menores: el Mundial Sub 20, en 2005; y los Olímpicos de Beijing 2008.
“Cuando Messi haya marcado 1283 goles como Pelé, y haya ganado tres Copas del Mundo, entonces podremos hablar”. El desafío de Edson Arantes do Nascimento, uno de los máximos exponentes en la historia del futbol y la selección brasileña, remarca el contexto en el que la Albiceleste, hoy dirigida por Lionel Scaloni, afronta la Copa América 2019. En el Grupo B, sus rivales serán Colombia, Paraguay y el invitado Qatar. El clásico ante Brasil quedará reservado para las finales.
Messi decidió volver a su selección tras el derrumbe en el Mundial de Rusia 2018. Atrás quedó la eliminación frente a Francia, en los octavos de final, y el fuego cruzado con dirigentes de la Asociación del Futbol Argentino. En territorio enemigo, el capitán del país presidido por Mauricio Macri cumplirá 32 años el próximo 24 de junio. Será también el primer torneo que disputará al lado de viejos conocidos: Walter Samuel, Roberto Ayala y Pablo Aimar, todos integrantes del cuerpo técnico de Scaloni, con quien también jugó.
“Atravesamos un proceso de recambio y no somos favoritos”. La advertencia del rosarino llega después de cuatro mundiales y cuatro Copas América en cero. De tal forma, el torneo continental, del 14 de junio al 7 de julio, abrirá una dimensión que la Albiceleste no transita hace tiempo: competir sin ser favorita. Porque al margen de Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María, sólo ocho jugadores participaron antes: entre ellos, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori y Agustín Marchesín, en la edición de 2015.
Tomado de Heraldo de Mexico.
