Se trata de la abuela del niño de cinco años que falleció ayer. El del pequeño fue el primer caso confirmado por el Instituto Ugandés del Virus del Ébola (UVRI).
Los dos fallecidos atravesaron junto a su familia la frontera entre los dos países africanos el pasado 9 de junio por el paso de Bwera.
El menor fue revisado por los doctores del cercano hospital de Kagando donde detectaron que estaba enfermo por culpa del virus del ébola. Ayer por la mañana, el niño fallecía tras pasar la noche en una unidad de cuarentena.
Un hermano de tres años también está enfermo e ingresado en la unidad de tratamiento de Bwera.
La ministra ugandesa de Salud, Ruth Aceng, explicó a AFP que el niño había viajado con su familia de Kasese al país vecino para asistir a un funeral y que a su regreso a Uganda se había enfermado.
Las autoridades sanitarias y la Organización Mundial de la Salud (OMS) enviaron un equipo de especialistas a Kasese para verificar si hay otros casos y vacunar a las personas que pudieron estar en contacto con el niño. En total, 27 personas que estuvieron en contacto con el menor fallecido están bajo vigilancia.
Uganda lleva meses preparándose ante la posibilidad de que el virus pasase de Kivu del Norte, región congoleña fronteriza y foco principal de la undécima epidemia de este virus en el gigantesco país africano, al otro lado de la frontera. Se han vacunado a más de 4.700 profesionales sanitarios en 165 centros, incluido en el pereció el niño. Además, el Ministerio de Salud está aumentando las campañas de concienciación sobre la peligrosidad de este virus, que ha infectado en la República Democrática del Congo a 2071 personas (1.977 casos confirmados y 94 probables) y ha provocado la muerte de 1.396 pacientes, según los datos de la OMS publicados hace dos días.