Los cadáveres de más de 40 personas que fallecieron a manos de las fuerzas de seguridad de Sudán fueron sacados del río Nilo en la capital Jartum, dijeron el miércoles los organizadores de manifestaciones prodemocráticas.
En tanto, la cifra de muertos se elevó a 108 luego de tres días de una represión violenta por parte de la cúpula militar que gobierna Sudán.
El Comité de Médicos de Sudán, uno de los grupos de protesta, reportó ocho decesos más el miércoles por la noche y dijo que por lo menos 509 personas habían resultado heridas.
En tanto, el general gobernante de Sudán pidió que se reanudaran las negociaciones con los líderes del movimiento de protesta, quienes rápidamente rechazaron su solicitud. Señalaron que los generales no pueden hablar en serio sobre sostener negociaciones mientras sus fuerzas de seguridad sigan matando a los manifestantes.
Un portavoz de los manifestantes dijo que, en lugar de sostener reuniones, continuarían con sus protestas y huelgas para presionar a los militares a entregar el poder a una autoridad civil.
El hallazgo de los cuerpos en el Nilo indica que el ataque de las fuerzas de seguridad el lunes contra un campamento de protesta ubicado frente a los cuarteles del Ejército fue más sangriento de lo que se creyó en un principio. El ataque estuvo encabezado por la unidad paramilitar denominada Fuerzas de Apoyo Rápido, junto con otras fuerzas de seguridad que se metieron al campamento y comenzaron a disparar y a golpear a manifestantes.
Durante el caos, el Comité de Médicos dijo que unos testigos dijeron haber visto que cadáveres eran colocados en vehículos de los militares para ser aventados al río. El campamento no estaba lejos del Nilo Azul, río arriba de donde se une con el Nilo Blanco y luego fluye hacia el norte a través de Sudán y Egipto hasta desembocar en el mar Mediterráneo.
El comité dijo en un comunicado que los milicianos de las Fuerzas de Apoyo Rápido fueron vistos sacando 40 cuerpos del río y retirándolos del sitio. Señaló que no se sabe a dónde se los llevaron.
Una activista, Amal al-Zein, dijo que civiles habían sacado decenas de cadáveres más del Nilo en áreas cercanas al campamento y que los llevaron a la morgue de un hospital.
“Algunos cuerpos tienen heridas de bala, otros parecían haber sido golpeados y arrojados al Nilo”, manifestó.
