Hace unas semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ratificó la adicción a los videojuegos como un trastorno mental. Sin embargo, la cuestión más relevante en torno a este problema es cómo reconocer cuando una actividad recreativa se puede convertir en algo perjudicial para la salud.
Para este fin, académicos de universidades del Reino Unido, China, Alemania y Australia crearon una prueba psicológica, la cual está diseñada para que los jugadores vean sus hábitos y comportamientos sobre el uso de videojuego y comparar su posición respecto a otras personas que también han hecho el test.
El cuestionario analiza cómo los factores socioeconómicos y los rasgos de la personalidad pueden contribuir al desarrollo de trastornos del juego. Además, clasifica las motivaciones por las que una persona juega y con base en las respuestas elabora un perfil aproximado de la persona en relación al videojuego.
La definición de la OMS de trastorno de juego se basa en un patrón de comportamientoque provoca un deterioro significativo en la vida familiar, la educación o el desempeño laboral y esta conducta debe haber sido evidente por lo menos durante 12 meses.
El estudio apunta a ciertos motivos por los cuales una persona juega. Entre ellos están conocer gente, competir, desarrollar habilidades propias, escapar de la realidad habitual, enfrentar la vida a partir de la sensación de poder que otorgan los videojuegos o sencillamente matar el aburrimiento.
En el cuestionario, el usuario podrá leer preguntas como "¿Ha experimentado un problema importante en su vida debido a su actividad de juego en los últimos 12 meses?". Incluso también cuestiona acerca de las pretensiones de entrar a la escena de los deportes electrónicos.
Bruno Schivinski, profesor de mercadotecnia en Birkbeck y uno de los principales autores de la investigación, mencionó que con este trabajo buscan "entender el punto en el que el juego se convierte en un problema de salud y los factores que contribuyen a su desarrollo".
Debido a que no existen valores límite para distinguir entre las personas con y sin el trastorno, los especialistas recomiedan que el puntaje obtenido debe ser visto únicamente como una aproximación. Asimismo, el algoritmo de la página proporciona una interpretación de los resultados, la cual se basa en la comparación de los puntajes de los demás participantes.